"Las necesidades humanitarias superan con creces la financiación que hemos recibido este año. Si esto continúa, enfrentaremos problemas mayores y más costosos en el futuro, incluido el aumento de la mortalidad, la desnutrición, el retraso del crecimiento y las enfermedades", dijo Adeyinka Badejo, directora interina del Programa Mundial de Alimentos en Sudán del Sur.
Agregó que "la suspensión de la ayuda llega en el peor momento posible para el pueblo de Sudán del Sur, ya que el país se enfrenta a un año de hambre sin precedentes".
Según Badejo, más del 60 por ciento de la población se enfrenta a una grave inseguridad alimentaria durante la temporada de carestía, alimentada por los continuos conflictos, las graves inundaciones, la sequía localizada y el aumento vertiginoso de los precios de los alimentos, exacerbado por la crisis en Ucrania.
Sin embargo, asegura haber agotado todas las demás opciones antes de suspender la asistencia al país, incluido recortar las porciones a la mitad en 2021.
Los recortes más recientes afectarán también a 178.000 alumnos, que ya no podrán recibir comida en la escuela a diario.
"Las reducciones más drásticas serán inevitables hasta que se reciba más financiación, lo que dejará a las personas vulnerables sin posibilidad de cumplir con sus necesidades básicas de alimentos y se verán obligadas a recurrir a saltar y reducir comida, vender sus bienes, utilizar mano de obra infantil y matrimonio infantil", señala la WFP.
El programa destaca que carece de 426 millones de dólares para ayudar a seis millones de personas durante 2022.
Sudán del Sur forma parte de los cinco países donde cientos de personas pueden morir de hambre por falta de alimentos. Según el reciente informe del PMA, el país se encuentra en la quinta y la más grave fase de la Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria y equivale a catástrofe humanitaria.
La declaración de esta fase, significa que las personas ya han empezado a morir de inanición.
Previamente el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, PMA de la ONU y la Organización Mundial de Comercio llamaron a la comunidad internacional a tomar medidas urgentes para garantizar la seguridad alimentaria en luz de la situación en Ucrania.
