Las frustraciones en la Casa Blanca van en aumento

La Casa Blanca se ha visto "limitada o impotente" en sus esfuerzos por hacer frente a los desafíos y las crisis que recayeron en el mandato de Joe Biden, quien se siente cada vez más frustrado junto con sus ayudantes por su incapacidad de resolver los problemas que amenazan con desbordar la Administración que encabeza, afirma Politico en su artículo titulado 'Biden tiene más ganas de irse, enfurecido porque su posición ahora es peor que la de Trump'.
Entre los retos está la creciente inflación mundial, el aumento de los precios de los combustibles, los combates en Ucrania, una pandemia que podría resurgir, la posibilidad de que el Tribunal Supremo haga ilegal el aborto, eliminando uno de los derechos constitucionales, y un Congreso demasiado estancado para abordar una legislación de seguridad de armas de fuego en medio del incremento de los tiroteos masivos.
La moral de la Administración está "cayendo en picado" ante los temores del paralelismo con el demócrata Jimmy Carter, cuyo mandato fue recordado por "los precios en alza y la política exterior pantanosa", aunque en la Casa Blanca creen que todavía hay tiempo para corregir el rumbo, señala el medio.
Robert Gibbs, secretario de prensa del expresidente Barack Obama, dijo que "es algo que ha afectado a bastantes presidentes anteriores": "Suceden muchas cosas mientras estás a cargo, pero eso no significa que haya una varita mágica para arreglarlo". "No se entienden bien los límites de la presidencia. La responsabilidad del presidente es mayor que las herramientas que tiene para arreglarlo", agregó.
Según fuentes de Politico, que habló con cinco funcionarios de la Casa Blanca y demócratas cercanos al Gobierno, no autorizados para abordar públicamente las conversaciones internas, Biden también ha expresado su exasperación por el hecho de que sus índices de aprobación en las encuestas se hayan hundido por debajo de las de Donald Trump, a quien el actual mandatario se refiere habitualmente en privado como "el peor presidente" de la historia y una amenaza existencial para la democracia del país.
Tras la publicación del medio, el portavoz de la Casa Blanca, Andrew Bates, declaró que "esta representación de la Casa Blanca está simplemente divorciada de la realidad".