La victoria de Putin en Ucrania provocaría "un desastre económico a largo plazo"

El primer ministro británico Boris Johnson ha declarado que, si los combates en Ucrania terminan con la victoria del presidente ruso Vladímir Putin, será "un desastre económico a largo plazo" y la seguridad internacional correrá peligro.
"Demasiados países están diciendo que es una guerra europea que es innecesaria", señaló Johnson durante la comparecencia ante periodistas en la capital de Ruanda, Kigali, donde se encuentra para asistir a la cumbre de la Mancomunidad británica de Naciones.
"Así que la presión va a ir en aumento para animar —coaccionar, tal vez— a los ucranianos a una mala paz", sostuvo el primer ministro, expresando temores de que por las drásticas consecuencias económicas de los combates Kiev acepte un acuerdo de paz con Moscú que no responda a sus intereses nacionales.
Johnson no es el primer político en Occidente que atribuye al Gobierno ruso el "desastre económico" a gran escala, vinculándolo con las acciones bélicas en Ucrania. Joe Biden fue más allá y declaró que la inflación global es nada menos que "de Putin" y que, de hecho, existe todo un "impuesto de Putin sobre los alimentos y la gasolina".
"Allí ya le dan mi nombre a la inflación, y no tenemos nada que ver", respondió el presidente de Rusia a principios de junio, desestimando las acusaciones de los países occidentales que lo responsabilizan del alza de precios en todo el mundo. "Intentan limitar las exportaciones de nuestros fertilizantes. Los precios empezaron a subir. Ante todo, más allá que acá. Tratan de imponer restricciones a nuestros recursos energéticos. Los precios volvieron a estar por las nubes", explicó.
En sus declaraciones más recientes, de este viernes, Putin subrayó que la brusca intensificación de la inflación "no sucedió ayer", "no es resultado de los últimos meses y, desde luego, que no es consecuencia de la operación militar especial que Rusia lleva a cabo para defender Donbass".
Según Putin, la inflación es "resultado de muchos años de la política macroeconómica irresponsable de los países del G7, de la emisión descontrolada y de la acumulación de las deudas no respaldadas".