"No nos engañemos: estamos en una situación muy grave y podemos acabar en una verdadera crisis de suministro de gas. Y eso significa que las empresas que no son clientes protegidos podrían ser cerradas por completo, y eso podría ser costoso", afirmó el directivo en declaraciones a DR.
Se refirió en particular a las llamadas 'empresas desprotegidas', que en caso de emergencia verían cortado su suministro de gas por parte del propio sistema gasífero danés. Según la Agencia de Energía del país, unas 50 empresas están en la lista para el año gasístico 2022-2023.
"Los precios del gas vuelven a subir significativamente, lo que encarece mucho la producción para las empresas danesas. Y al final, los bienes serán más caros, también para los daneses", precisó Ranis.
Sus advertencias tienen lugar poco después que se dispararan los precios del gas natural en Europa, la semana pasada, una vez que el gigante energético ruso Gazprom redujo en 60 % las entregas a través del gasoducto Nord Stream. La empresa culpó por ello al proveedor de equipos alemán Siemens Energy, que no regresó a tiempo equipos en reparación para el bombeo de gas a una estación de compresión. Alemania criticó la decisión por considerarla una medida política.
Los suministros a Finlandia, Polonia y Bulgaria, así como a la empresa danesa Orsted y la neerlandesa GasTerra, ya habían cesado por su negativa a pagar en rublos el importe.
Según DR, Dinamarca todavía cuenta con 70 % de sus depósitos de gas, aproximadamente. La semana pasada se informó que el aumento de los costes energéticos ha obligado a algunos países de la UE a recurrir a sus reservas gasíferas, lo que ha provocado un descenso de los niveles de almacenamiento del bloque por primera vez en dos meses.
