La envidia


La osteoporosis es una enfermedad ósea, y se produce cuando el organismo no es capaz de producir suficiente hueso nuevo por deficiencia de calcio, y de esta manera una gran cantidad del hueso es corroído por el mismo cuerpo. Debido a esta enfermedad, aproximadamente la mitad de todas las mujeres mayores de 50 años tendrá una fractura de cadera, de muñeca o de vértebras durante su vida.
Al igual que la osteoporosis, la envidia es una enfermedad degenerativa, porque enferma la mente, contamina el corazón y acaba con su estructura, destruyendo a la persona por completo.
La preocupación, ansiedad y finalmente la envidia se produce en nuestra mente, cuando centramos nuestra atención en todo lo que nos hace falta en comparación con otras personas.
“Dios es muy bueno con Israel y con la gente sincera. Yo estuve a punto de pecar; poco me faltó para caer, pues me llené de envidia al ver cómo progresan los orgullosos y los malvados” Salmos 73:1-3 TLA
Decide extirpar la envidia de tu mente y corazón, confiando en Dios, deleitándote en el Señor y entregándole todo lo que haces.
“No te inquietes… ni tengas envidia… Confía en el Señor, y haz el bien, entonces vivirás seguro en la tierra y prosperarás. Deléitate en el Señor y Él concederá los deseos de tu corazón. Entrega al Señor todo lo que haces, confía en Él, y Él te ayudará”. Salmos 37:1-5 NVI