Es más, enfatizó en la necesidad de que Moscú pague la reconstrucción del territorio del país europeo, que es escenario de una operación militar rusa desde el pasado 24 de febrero, estimando que Rusia ha causado 600 mil millones de dólares en daños a Ucrania.
Además, el mandatario ucraniano instó una reunión directa con su homólogo ruso, Vladimir Putin, a fin de negociar para un alto el fuego serio.
Esto, mientras el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, subrayó la misma jornada que mandatario del país europeo “no necesita ningún acuerdo de paz. Para él, la paz es el fin. Podría ser un fin rápido”.
De acuerdo con el funcionario ruso, Zelenski está “mendigando dinero y armas” a sus aliados occidentales en un intento de demostrar que “todavía está en juego, que es la esperanza del mundo liberal y el último bastión de la democracia europea a la que intenta destrozar un oso”.
Las tropas rusas siguen avanzando en el territorio ucraniano, según “lo planeado” para lograr la “desmilitarización” y la “desnazificación” del país vecino. Con todo, Moscú ha asegurado que no hay amenaza alguna para la población civil, ya que solo apunta a la infraestructura militar del país vecino.
Ante los avances del Ejército de Rusia, Zelenski ha pedido expresamente más armas a los países occidentales, advirtiendo de que el “destino de la batalla” contra Rusia depende de los socios que no han entregado aun las armas a su país.
A su vez, Moscú ha advertido una y otra vez que los suministros de armas de Washington y sus aliados al país europeo, son “no solo un movimiento peligroso, sino acciones que convierten a los convoyes pertinentes en objetivos legítimos”.
