Ucrania expresó este martes su preocupación por la intención del Vaticano de que una mujer rusa y otra ucraniana lleven juntas la cruz durante la tradicional ceremonia dirigida por el pontífice, que tendrá lugar en el Coliseo el Viernes Santo, el 15 de abril.
El embajador de Ucrania en el Vaticano, Andréi Yurásh, escribió en su cuenta de Twitter que existe una "preocupación general en Ucrania, entre muchas otras comunidades, por la idea de reunir a una mujer ucraniana y otra rusa para llevar la cruz". "Ahora estamos trabajando en este tema, tratando de explicar la imposibilidad de su aplicación y las consecuencias previstas", agregó el alto diplomático.
Por su parte, el jefe de la Iglesia greco-católica ucraniana, Sviatoslav, pidió al Vaticano que reconsidere la idea. "Me parece una idea inoportuna, ambigua y que no tiene en cuenta el contexto de la agresión militar rusa contra Ucrania", aseveró.
Sin embargo, el reverendo Antonio Spadaro, un sacerdote jesuita en Roma cercano al papa Francisco, indicó a la cadena de radio estatal italiana RAI que el pontífice no es un "político", sino un "pastor".
Tras el inicio de la operación especial militar rusa, el papa Francisco exhortó a poner fin al conflicto armado y mostró su preocupación por las personas de la tercera edad atrapadas en medio del fuego cruzado, así como por la población que se ha quedado sin refugio y por "las madres que huyen con sus hijos" para ponerse a salvo.
La semana pasada, el pontífice instó a iniciar una tregua que no plantee reanudar la lucha, sino "lograr la paz a través de una verdadera negociación", incluso si significa "hacer algunos sacrificios por el bien del pueblo".