Ucrania dice que Rusia está reagrupando tropas de cara a una operación ofensiva en el Donbás (este ucraniano) para “controlar totalmente” Donetsk y Lugansk.
“El enemigo está reagrupando tropas y concentrando sus esfuerzos en preparar una operación ofensiva en el este de nuestro país”, ha señalado este martes el Estado Mayor del Ejército ucraniano.
Mediante un mensaje en su cuenta en la red social Facebook, las Fuerzas Armadas de Ucrania han aseverado que el objetivo de Rusia es “establecer el control total” sobre Donetsk y Lugansk, dos autoproclamadas repúblicas independientes, situadas en la región del Donbás, este del territorio ucraniano.
Al respecto, ha informado del movimiento de columnas de vehículos con armamento y equipamiento militar en territorio de Bielorrusia en dirección a las estaciones de ferrocarril de Gomel, Yelsk y Mozir para el proceso de carga. Es más, prosigue, “gran parte” de los aviones y helicópteros rusos fueron trasladados de los aeródromos bielorrusos a Rusia.
Las tropas rusas están concentrando sus esfuerzos en las áreas de Donetsk y Lugansk, para tomar el control de los distritos de Popasna y Rubizhne, establecer un control total sobre Mariúpol y preparar operaciones ofensivas cerca del asentamiento de Zolota Niva, especifica el Ejército ucraniano.
Por otro lado, el texto eleva a cerca de 18 500 el total de soldados rusos muertos en combate desde el inicio de la operación militar especial lanzada el pasado 24 de febrero por Rusia. Asimismo, ha señalado que hasta la fecha han sido destruidos 676 carros de combate, 332 sistemas de artillería y 107 lanzacohetes múltiples autopropulsados y blindados.
Ante las amenazas y provocaciones de EE.UU. y Europa, Rusia exigía a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) que renuncie a cualquier actividad militar en el territorio de Ucrania y de varios países del este de Europa, el Cáucaso y Asia Central. Al no conseguir de Washington las garantías de seguridad que reclamaba, Moscú lanzó una operación especial en el territorio ucraniano.
De hecho, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, reconoció el pasado febrero la independencia de Donetsk y Lugansk (en el este de Ucrania), tras avisar que los civiles —muchos rusos o de ascendencia rusa— de esa región, llamada Donbás, se enfrentaban a un genocidio por parte de Kiev, que ha acumulado fuerzas y equipos militares en esa zona, con el respaldo de la OTAN con EE.UU. por delante.