Las autoridades de Donetsk han rechazado las acusaciones sobre un presunto ataque con armas químicas llevado a cabo por las fuerzas rusas en la ciudad de Mariúpol.
El portavoz de las fuerzas de la autoproclamada república popular de Donetsk, en el Donbás (este de Ucrania), ha desmentido este martes las acusaciones de combatientes ucranianos de que las fuerzas rusas llevaron a cabo un ataque químico con un avión no tripulado (dron) en la ciudad portuaria de Mariúpol.
“Las fuerzas armadas de la República Popular de Donetsk no usaron armas químicas en Mariúpol”, ha asegurado Eduard Basurin en declaraciones ofrecidas a la agencia rusa de noticias Interfax.
La denuncia del supuesto empleo de armas químicas parte del batallón Azov —una unidad militar de extrema derecha de voluntarios neonazis que operan en Ucrania como una fuerza de reserva de las Fuerzas Armadas del país—. El lunes, este brazo armado acusó a Rusia de haber lanzado desde un dron una sustancia tóxica sobre la ciudad de Mariúpol, la que, según Kiev, correspondía “muy probablemente” con armas químicas.
El portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Igor Konashenkov, anunció el miércoles que los combatientes ucranianos habían trasladado aproximadamente 80 toneladas del amoníaco al noroeste de la ciudad ucraniana de Járkov.
Asimismo, los informes muestran que los nacionalistas ucranianos han enseñado a los residentes de varias ciudades de Ucrania “cómo actuar en caso de un ataque químico”, lo cual es otra demuestra de las “operaciones de falsa bandera que Ucrania está llevando a cabo para acusar a Rusia”, conforme recoge la agencia estatal rusa de noticias TASS.
De hecho, el Gobierno ruso ha anunciado en varias ocasiones que dispone de datos “fiables”, según los cuales, el Servicio de Seguridad de Ucrania, con apoyo de Occidente, prepara operaciones en el nombre de Rusia con el empleo de sustancias tóxicas contra civiles, para luego “culpar a Rusia del uso de armas químicas contra su población”.