"Las sanciones son un arma de doble filo y nosotros pronto pagaremos las consecuencias", dijo Orban a la emisora Kossuth.
El cierre del banco ruso Sberbank en Austria y Hungría, consignó, fue un duro golpe económico que provocó pérdidas a muchas empresas y personas.
"El segundo problema es el precio del gas. Las sanciones hicieron que las tarifas de la energía se dispararan un 50 o 60%. El tercer problema es que el alza de los precios de la energía llevará al aumento de la inflación (...) Hoy por hoy la mayor amenaza de estas sanciones es, precisamente, una alta inflación", subrayó.
Orban estimó que la inflación crecerá un 50% debido al encarecimiento de la energía que seguirá al alza.
Si bien los precios del gas en Europa venían creciendo desde principios de 2021 por la recuperación económica pospandémica, a finales de ese año se dispararon por los bajos niveles de existencias del combustible en los depósitos y las cuestiones geopolíticas relacionadas con el nuevo gasoducto Nord Stream 2, listo desde octubre para llevar más gas ruso a la Unión Europea, pero bloqueado por la burocracia de Bruselas y Alemania y la presión de Estados Unidos.
