El Ejército yemení, apoyado por los comités populares, recupera el control de decenas de zonas en el noroeste y confisca varios equipos militares de los saudíes.
Conforme ha anunciado este miércoles la agencia oficial yemení de noticias Al Masirah, el Ejército y el movimiento popular Ansarolá de Yemen han logrado liberar 11 aldeas y decenas de posiciones pertenecientes a los mercenarios sudaneses que operan para Riad en la provincia noroccidental de Hajjah.
Como consecuencia de la operación yemení a gran escala, han sido liberadas las aldeas de Al-Thahr, Al-Okashiya, Al-Naqrama, Al-Matfa, Al-Manjura, Al-Fondoq, Al-Bayda, Al-Shabaka, entre otras, detalla el medio.
Los yemeníes han infligido grandes pérdidas materiales a las fuerzas apoyadas por la llamada coalición liderada por Arabia Saudí. Asimismo, más de 200 mercenarios sudaneses murieron o resultaron heridos y el resto huyeron dejando sus vehículos y equipos militares.
Las fuerzas de la llamada coalición saudí lanzaron varios ataques con aviones no tripulados (drones) para apoyar a sus mercenarios e impedir el avance de los yemeníes, pero fracasaron, resalta Al Masirah.
Durante el primer día de esta masiva operación realizada el martes, el Ejército de Yemen consiguió recuperar un espacio aproximado de 54 kilómetros cuadrados del territorio nacional en Hajjah de mercenarios saudíes y sudaneses.
La sangrienta agresión saudí, apoyada por EE.UU., contra el país más pobre del mundo árabe está a punto de cumplir ocho años. Las fuerzas agresoras no han alcanzado sus objetivos —entre ellos restaurar en el poder al fugitivo expresidente yemení Abdu Rabu Mansur Hadi y aplastar Ansarolá— y solo hayan dejado millones muertos y desplazados, así como la destrucción de la infraestructura y la propagación de hambruna y enfermedades infecciosas en Yemen.