Amnistía Internacional (AI) ha denunciado en su cuenta en Twitter que durante tres días, los palestinos en el barrio de Sheij Yarrah en Al-Quds (Jerusalén) “han estado realizando manifestaciones en respuesta a la amenaza inminente de desalojo forzoso para la familia de Salem, que está programada para el próximo mes”.
La organización pro derechos humanos ha criticado que las fuerzas israelíes han utilizado “fuerza ilegal” para dispersar a los palestinos que se manifestaban contra el traslado forzoso de la familia de Salem desde este barrio, donde vive desde hace 74 años.
En este sentido, Amnistía Internacional ha hecho un llamado al régimen israelí para que “detenga de inmediato los desalojos forzosos en el vecindario de Sheij Yarrah y ponga fin al desplazamiento forzado continuo de palestinos del este de Jerusalén [Al-Quds]”, advirtiendo que “el traslado forzoso es un crimen de guerra y un pilar del sistema de apartheid de Israel”.
En un informe publicado el 1 de febrero, esta organización acusó a las autoridades del régimen israelí de someter a los palestinos a un sistema de “apartheid”, basado en políticas de “segregación, despojo y exclusión”, que constituyen “crímenes de lesa humanidad”.
La tensión comenzó en el vecindario desde el domingo después de que el diputado israelí de extrema derecha Itamar Ben Gvir, respaldado por colonos judíos, estableciera una oficina en un terreno propiedad de la familia de Salem en Sheij Yarrah, días después de que un tribunal israelí ordenara a la familia abandonar su hogar.
Sheij Yarrah es escenario de frecuentes represiones por parte de la policía israelí contra los palestinos que protestan por la amenaza de expulsión de decenas de familias palestinas de sus hogares.
Desde que Israel ocupó el este de Al-Quds en una guerra de 1967, los colonos israelíes han reclamado la propiedad de las tierras de Sheij Yarrah y han presentado múltiples demandas para desalojar a los palestinos del área.