La invasión de Ucrania es “claramente posible”, así advirtió el presidente de EE.UU., Joe Biden, repitiendo la misma postura que el Occidente y la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) han vociferado en las últimas semanas. La advertencia tiene lugar pese a que los propios ucranianos descartan tal escenario y que Rusia ya retiró algunas unidades militares de sus fronteras con Ucrania.
Estas declaraciones se produjeron horas después de que el presidente Ruso, Vladimir Putin, se reuniera en Moscú con el canciller alemán, Olaf Scholz. Putin denunció la retórica antirusa del Occidente. Llamó a seguir la diplomacia, al tiempo que rechazó que esté buscando una guerra contra Ucrania.
A su vez, el canciller alemán, que ha sido criticado por sus aliados occidentales por no haber tomado una postura más dura contra Moscú, destacó que la seguridad de Europa no puede alcanzarse sin Rusia.
Moscú y el occidente viven su peor escalada de tensión tras el fin de la guerra fría, esto después de que EE.UU. y la OTAN acusaran a Rusia de querer invadir a Ucrania. El Kremlin, rechaza tales alegaciones, al tiempo que llama a Washington y sus aliados a honrar sus promesas de no expandir la OTAN hacia el Este de Europa e incluir a Ucrania.