La base militar estadounidense Victoria, ubicada en territorio de Bagdad, fue objeto de un nuevo ataque por parte de grupos proiraníes. Como resultado del ataque, se dispararon al menos cuatro cohetes contra una base militar ubicada cerca de un aeropuerto civil, al menos uno de los cuales alcanzó con precisión el avión y abrió un enorme agujero en el área de la cabina.
Se sabe que el complejo estadounidense C-RAM intentó repeler el ataque de las fuerzas pro-iraníes, pero la efectividad de este último resultó ser cercana a cero: al menos dos misiles cayeron en el perímetro de la base militar y el aeropuerto civil, mientras que los representantes estadounidenses no comentan los datos sobre los misiles derribados.
Periodistas de la agencia de noticias Avia.pro lograron averiguar que el avión civil siniestrado pertenece a la aerolínea turca Turkish Airlines, pero esta última no se utilizaba para el transporte de pasajeros, lo que generó dudas sobre el propósito para el que se utilizó la aeronave siniestrada.
Desde principios de año, este está lejos de ser el primer ataque a bases estadounidenses en Irak, lo que se debe a la negativa de EE.UU. a cumplir con las demandas planteadas previamente por formaciones proiraníes sobre la necesidad de retirar las fuerzas estadounidenses de Irak.