La iniciativa consiguió 157 votos a favor, 7 en contra (Canadá, EE.UU., Estados Federados de Micronesia, régimen de Israel, islas Marshall, Nauru, Palau) y 14 abstenciones.
La resolución ratifica que la construcción del llamado “muro de separación”, los asentamientos ilegales de Israel en la ocupada Cisjordania, así como el establecimiento y la expansión de las colonias en los ocupados altos del Golán sirios constituyen una violación del derecho internacional y privan a estos pueblos de sus recursos naturales.
Asimismo, exigió al régimen de Tel Aviv acatar la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que calificó en 2004 de “ilegal” la construcción del muro del apartheid y urgió a Israel a derribarlo.
La ONU condenó el nuevo plan de Israel para construir más viviendas ilegales en Cisjordania y exigió a este régimen poner fin a su expansionamo.
Conforme a la resolución de la ONU, Israel como la “potencia ocupante” en estos territorios, debe cesar “la explotación, el daño, la causa de la pérdida o el agotamiento y la puesta en peligro de los recursos naturales” tanto palestinos como sirios.
La medida también exhorta al ente sionista a detener el vertimiento de todo tipo de materiales de desecho por parte de sus colonos en los territorios palestinos y sirios ocupados, que amenazan gravemente los recursos hídricos y terrestres de la población civil, y plantean problemas ambientales y de saneamiento para la salud de los lugareños.
Además, señala que conforme a la Resolución 2334, aprobada en 2016 por el CSNU, tales asentamientos “carecen de validez legal”, para luego demandar al secretario general de la ONU, Antonio Guterres, que presente en la próxima reunión un informe sobre la implementación de la resolución y la explotación por parte de Israel de los recursos naturales palestinos en los territorios ocupados.
El canciller palestino, Riad al-Maliki, ha saludado este viernes la resolución, asegurando que esta “afirma los derechos del pueblo palestino y su soberanía sobre sus recursos naturales, incluidos la tierra, el agua y los recursos energéticos”, ha informado la agencia palestina de noticias, WAFA.
Al exigir a Israel que deje de “explotar los recursos naturales” en el territorio palestino ocupado, ha instado a la comunidad internacional a trabajar para “implementar las resoluciones internacionales” y garantizar la libertad del pueblo palestino para “beneficiarse de sus recursos naturales”.
En octubre, el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Muhamad Shtayeh, enfatizó que el “mayor desafío” que enfrenta el ecosistema palestino son los asentamientos israelíes, ya que a su juicio, ese régimen está utilizando las tierras palestinas como vertedero de desechos sólidos, químicos y electrónicos, además de arrancar árboles y arrasar tierras para ampliar sus asentamientos.
