Una nueva moneda con seis ceros menos debutará el viernes en Venezuela, un país que lleva más de cuatro años con la peor inflación del mundo.
El cambio de un millón a 1 bolívar tiene como objetivo facilitar tanto las transacciones en efectivo como los cálculos contables en bolívares que ahora requieren hacer malabarismos con cadenas casi infinitas de ceros.
La denominación más alta hasta ahora es un billete de 1 millón de bolívares, que convivirá por un tiempo con los nuevos billetes. La nueva familia de billetes alcanzará un máximo de 100 bolívares, un poco menos de 25 dólares, hasta que la inflación también comience a consumirla.
La introducción de la nueva moneda, la tercera desde 2008, se produce además en un contexto macroeconómico mucho peor que las dos reconversiones monetarias anteriores en Venezuela, que también cursa su sexto año en recesión.
“La razón más importante y fundamental es que ya los sistemas de pago están colapsados porque la cantidad de dígitos hace prácticamente inmanejables los sistemas de pago y sacar las cuentas”, dijo el economista José Guerra, exgerente de investigaciones económicas del Banco Central de Venezuela (BCV). “Estos sistemas de procesamiento de pagos de tarjetas de débito o un sistema de contabilidad de las empresas... no están pensados para hiperinflación sino para una economía normal”.
Con la anterior versión de la moneda se necesitaba un fajo de billetes para comprar una botella de bebida gaseosa de 2 litros, que cuesta 8,3 millones de bolívares o 2 dólares, según el tipo de cambio oficial.
Pero esos bolívares escasean porque los clientes de los bancos venezolanos podían retirar un máximo de 20 millones de bolívares en efectivo por día dependiendo del volumen de billetes disponibles en el banco.
Tras cuatro años de hiperinflación, los consumidores confían en los dólares estadounidenses y métodos de pago digitales como Zelle y PayPal para realizar compras. Hoy en día la mayoría de las transacciones se realizan de forma electrónica, mientras que más del 60% se hacen en dólares estadounidenses.
El BVC dejó de publicar periódicamente las cifras oficiales de inflación en 2016. De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional se estima que Venezuela cerrará 2021 con una inflación acumulada de 5.500%.
Cuando el BCV anunció el cambio de moneda en agosto los funcionarios dijeron que los sistemas de pago electrónico continuarán modernizándose para expandir el uso del bolívar “de manera inmediata, facilitando que las transferencias entre clientes de diferentes bancos sean recibidas em pocos segundos”.
Un comunicado del BCV subrayó que la eliminación de seis ceros “no afecta el valor de la moneda”, destacando que “no valdrá ni más ni menos, sólo es para facilitar su uso a una escala monetaria más sencilla”.