El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ordenó este sábado al Ministerio de Exteriores de su país declarar personas no gratas a los embajadores de EE.UU., Alemania y otras ocho naciones occidentales, después de que pidieran la liberación de Osman Kavala.
Los enviados que pidieron la liberación de Kavala "tendrían que entender a Turquía o deberían marcharse", sostuvo Erdogan, que también señaló que su país "no es un estado tribal, como se podría considerar. Esto es Turquía".
El pasado 18 de octubre, en el cuarto aniversario de la detención de Osman Kavala, la embajada de EE.UU. en Turquía compartió en su cuenta de Twitter una declaración conjunta con Alemania, Dinamarca, Finlandia, Francia, Países Bajos, Suecia, Canadá, Noruega y Nueva Zelanda. Las sedes diplomáticas señalaron que el proceso legal contra Kavala "socava el respeto por la democracia, el Estado de derecho y la transparencia del sistema judicial turco".
El movimiento provocó reacciones contundentes por parte de las autoridades turcas. Este martes el vicepresidente del país, Fuat Oktay, acusó a los embajadores de los diez países de interferir en los asuntos internos de Turquía. Oktay señaló que los diplomáticos "se excedieron en sus facultades" al publicar la petición, y les instó a mostrar "respeto por la independencia del país al que fueron asignados".
El jueves Erdogan se refirió a los hechos amenazando con expulsar de Turquía a los embajadores de los países firmantes de la declaración. "Le dije a nuestro ministro de Exteriores que no podemos permitirnos el lujo de acogerlos en nuestro país", afirmó el mandatario turco.
Osman Kavala es un empresario, activista y filántropo turco, nacido el 2 de octubre de 1957, que desde la década de 1990 ha apoyado a numerosas organizaciones de la sociedad civil. Según las autoridades del país asiático, estaba relacionado con la oficina en Turquía de Open Society Foundation, una red internacional de organizaciones creada por el multimillonario George Soros. En 2018, la fundación cesó todas sus actividades en el país.
En una entrevista en 2018 Kavala aseguró que "respeta a Soros" y que sus opiniones "coinciden en cuestiones como el funcionamiento adecuado de las instituciones legales, la protección y extensión de los derechos civiles, el apoyo de las organizaciones de la sociedad civil y los defensores de estos derechos, así como en las políticas de inmigración".
Kavala fue arrestado por primera vez por cargos penales relacionados con las protestas de Gezi en 2013, cuando un pequeño número de manifestaciones en Estambul acabaron transformándose en protestas a nivel nacional que dejaron varios muertos y decenas de heridos.
Sin embargo, posteriormente las acusaciones fueron retiradas. En 2017, después de que Erdogan criticara sus actividades tildándolo de 'el Soros rojo de Turquía', fue arrestado y acusado de espionaje como parte de una investigación sobre el golpe de Estado fallido de 2016. Desde entonces permanece en la cárcel a la espera de la conclusión de la investigación.
Tras otra prolongación del tiempo de permanencia de Kavala en cárcel, anunciada el 1 de septiembre de 2021, el Consejo de Europa llamó al Gobierno de Turquía a liberarlo inmediatamente, señalando que el proceso legal en su contra revela "desprecio por los derechos humanos y el Estado de derecho".