Funcionarios estadounidenses emitieron nuevas advertencias sobre las ambiciones de China en el terreno de la inteligencia artificial y una gama de tecnologías avanzadas que pudieran darle a Beijing una ventaja militar decisiva y un posible dominio sobre la salud y otros sectores que Estados Unidos considera esenciales.
Las advertencias incluyen un esfuerzo renovado para informar a les ejecutivos empresariales, académicos y funcionarios estatales y locales sobre los riesgos de aceptar inversiones o asesoría china en industrias claves, dijeron el jueves funcionarios del Centro Nacional de Contrainteligencia y Seguridad. Aunque el centro no planea decirles a las autoridades que rechacen inversiones chinas, alentará los esfuerzos para controlar la propiedad intelectual e implementar medidas de seguridad.
Bajo el gobierno del presidente Joe Biden, las agencias nacionales de seguridad están realizando un esfuerzo enérgico frente a China, a la que algunos funcionarios llaman la mayor amenaza estratégica a Estados Unidos. El gobierno de Biden ha tratado de aliviar algunas tensiones con Beijing que datan de la era del gobierno de Donald Trump al mismo tiempo que busca posiciones comunes sobre comercio y la lucha contra el cambio climático.
Beijing ha acusado reiteradamente a Washington de sembrar temores sobre sus intenciones y ha atacado a las agencias de inteligencia estadounidenses por sus evaluaciones de China, incluso con denuncias de que los líderes chinos han ocultado información crítica sobre el COVID-19.
Bajo el presidente Xi Jinping, el gobierno chino ha declarado sus objetivos de crear tecnologías rentables en robótica y otros sectores en planes conocidos como “Hecho en China 2025”. El Departamento de Justicia estadunidense ha presentado en años recientes varias imputaciones en las que hace acusaciones de robo de información estadounidense en favor de China, incluso estudios de vacunas y tecnología de vehículos autónomos.
El director del centro de contrainteligencia, Michael Orlando, dijo a reporteros el jueves que Estados Unidos “no puede darse el lujo de perder” terreno ante China en varias áreas claves: inteligencia artificial, sistemas autónomos, computación cuántica, semiconductores y biotecnología.
Orlando apuntó que las empresas y los académicos chinos están comprometidos con el Partido Comunista y tienen que servir los intereses del partido.
“Aunque hemos estado diciéndolo año tras año, la gente no lo está entendiendo”, dijo.
Orlando declinó decir si Estados Unidos debería implementar restricciones más fuertes o prohibiciones a las inversiones chinas en ciertos sectores, diciendo que su papel no era sugerir políticas.