El dinero no me ha traído nada más que dolor. Ha destruido mi vida

La irlandesa que ganó cerca de 27 millones de libras esterlinas (37 millones de dólares) en la lotería y que después confesó que el dinero había arruinado su vida, murió en su casa a la edad de 56 años, según The Irish Times.
La policía no sospecha de nadie por la muerte de Margaret Loughrey, de 56 años, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado el 2 de septiembre en su casa en Co Tyrone, Irlanda del Norte, donde vivía sola. 
La vida de la mujer se transformó en noviembre de 2013, luego de que esta divorciada de 48 años y con ingresos semanales de unos 100 dólares ganara el EuroMillones. 
Su enorme ganancia no solo se manifestó en la mejora de su nivel de vida, sino que también ayudó a amigos, familiares e hizo donativos a organizaciones benéficas locales. "El buen trabajo que hizo, eso es lo que la gente debería recordar", según el concejal local Paul Gallagher.
Sin embargo, pocos meses después de convertirse en millonaria, Margaret empezó a tener varios problemas. Así, en 2015, se le ordenó cumplir 150 horas de trabajos comunitarios después de fuera declarada culpable de agredir a un taxista.
El año pasado, un tribunal dictó que debía pagar a un exempleado 30.000 libras (en torno a 40.000 dólares) a raíz de una demanda por despido injusto.
En 2019, la mujer confesó que la lotería la había enviado a un viaje "de ida y vuelta al infierno", y agregó: "El dinero no me ha traído nada más que dolor. Ha destruido mi vida".
"Está claro por su vida pública que ella era una persona vulnerable y que otras personas vulnerables han estado expuestas a grandes cambios después de ganar grandes cantidades en loterías", comentó sobre el suceso el exministro de Medio Ambiente, Mark H. Durkan, quien se había reunido con Margaret Loughrey para discutir sus planes de adquirir un complejo industrial.
Según Durkan, las loterías deberían prestar durante más tiempo atención a la salud de los ganadores "vulnerables", además de un simple asesoramiento financiero.