Cuando se recobró dijo a sus amigos que Dios le había enviado aquella enfermedad para vindicar a su huésped, a cuya esposa se había propuesto violar. (Porque no era su hermana, sino su legítima esposa.) Dios le había prometido concederle en adelante su favor, si libraba a aquel hombre de preocupación por la castidad de su esposa. Dicho esto, y por consejo de sus amigos, mandó llamar a Abram y lo exhortó a que no temiera que a su cónyuge le pasara ninguna contrariedad; porque Dios se había ocupado y por su providencia recuperaba a su mujer sin que hubiese sufrido ninguna ofensa. Apeló a Dios y a la conciencia de la mujer y dijo que no se habría sentido tentado de gozarla, si hubiese sabido que era su esposa. Como creyó que era su hermana, no había cometido nada injusto.
Le suplicó que no le guardara rencor y le hiciera recuperar el favor de Dios. Si quería seguir con él, obtendría todo lo que necesitara y en abundancia; si decidía marcharse, lo despediría honrosamente y le daría todas las provisiones que había ido a buscar a su casa. A esto Abram le respondió que no había mentido respecto al parentesco de su esposa (porque era hija de su hermano) ; y que no se consideraba seguro cuando viajaba con su esposa sin recurrir a ese subterfugio; añadió que él no le había causado la enfermedad, porque sólo había buscado su propia seguridad. Y le dijo que estaba dispuesto a quedarse con él. Abimélec le concedió tierras y dinero, y ambos convinieron en vivir juntos sin engaños. Prestaron juramento junto a un pozo llamado Bersube, que significa El pozo del juramento. Así lo llama aún hoy la población del lugar.
2. Poco tiempo después Abram tuvo un
hijo de Sara, como le había predicho Dios, y le puso de nombre Isaac, que
significa risa. Así lo llamaron porque Sara se había reído cuando Dios le dijo
que pariría; no esperaba tener prole a su edad. Sara tenía noventa años y Abram
cien. El hijo nació al año siguiente, y fué circuncidado al octavo día, y desde
entonces los judíos acostumbran a circuncidar a sus hijos dentro de ese
término. Los árabes a los trece años, porque Ismael, generador de su pueblo,
hijo de Abram y su concubina, fué circuncidado a esa edad. De lo cual daré
ahora una explicación detallada.
3. Sara amó al principio a Ismael,
nacido de su sierva Agar, con el cariño que hubiese dispensado a su propio
hijo, porque estaba destinado a ser el sucesor en el gobierno. Pero cuando dio
a luz a Isaac, no quiso que Ismael se educara junto con el niño, porque era
mayor y podía perjudicarlo cuando muriera el padre. Persuadió a Abram que lo
mandara con su madre a un país lejano.
Al principio no accedió al pedido de
Sara, pensando que era una medida inhumana despedir a un niño y una mujer
carentes de recursos, pero al final consintió (porque Dios estaba conforme con
lo que Sara había resuelto); entregó a Ismael a su madre, porque todavía no
sabía andar solo, y le mandó que se llevara una botella de agua y una rebanada
de pan y se fuera, guiada por la necesidad.
Marchó hasta que se encontró en mala situación por falta de provisiones;
cuando estaba por terminarse el agua dejó al niño, que estaba por expirar, al
pie de un abeto, y siguió andando sola para no presenciar su muerte. Pero un
ángel de Dios le salió al encuentro, le indicó una fuente próxima y le ordenó
que cuidara al niño y lo criara porque su salvación sería la felicidad de ella.
Ella tuvo fe en la predicción y luego se encontró con unos pastores que la
ayudaron a librarse de sus penurias.
4. Cuando
el niño creció y llegó a la edad adulta se casó con una mujer oriunda de Egipto
(de donde era también su madre). Con la cual tuvo Ismael doce hijos: Nabaiot,
Cedar, Abdel, Masan, Idumas, Masmas, Masa, Codad, Teman, Jetur, Nafés y Cedmas.
Habitaron las tierras que se extienden entre el Eufrates y el mar Rojo, y
llamaron a la región Nabatea. Son árabes y sus tribus llevan sus nombres, por
su propia virtud y por la dignidad de su padre Abram.
