
El resultado de la votación ha sido de 33 votos a favor y 27 en contra y, por lo tanto, el proyecto de ley pasa ahora a la gobernadora republicana Jan Brewer, que decidirá si la norma entra en vigor. Según el proyecto de ley, el empresario podrá vetar a un cliente homosexual "siempre y cuando vaya en contra de sus creencias religiosas".
"Creo que cualquiera que posea una empresa puede elegir con quién trabajar o qué cosas no funcionan", ha dicho Brewer, en declaraciones a la cadena estadounidense CNN. "No sé qué tiene de ilegal. En mi vida y en mis negocios, si no quiero tratar con una empresa o una persona en particular no lo hago. Eso es América. Esa es la libertad", ha apostillado.
Este mismo viernes, organizaciones LGTB han llevado a cabo una marcha de protesta ante lo que consideran una medida "discriminatoria", a la que han acudido unas 200 personas. Algunos de los asistentes portaban carteles en los que se podía leer: "Dios nos creó a todos iguales" y "Vergüenza en Arizona".