A las calles de El Cairo, Ismailía y Alejandría salieron miles de partidarios de los Hermanos Musulmanes exigiendo la liberación del expresidente Mohamed Morsi, quien se encuentra detenido en espera de juicio.
Los manifestantes arrojaron piedras y bombas incendiarias como respuesta a los llamados del gobierno de mantener el orden. La policía utilizó gases lacrimógenos y armas traumáticas. Según los últimos informes, hay trece muertos y más de cuarenta heridos.