
Estas agresiones “price tag” se refieren a ataques llevados a cabo por colonos israelíes de la zona con connotaciones de venganza y odio nacionalista y son perpetradas por lo general contra granjeros palestinos, sus cosechas, propiedad privada, mezquitas e incluso, a veces, contra el mismo ejército israelí si los colonos consideran que se han vulnerado sus derechos. Según datos de la ONU, desde el 2006 se han registrado 2,100 ataques hasta la fecha, mientras que el número anual de agresiones ha ascendido de 115 en 2006, a 399 en 2013.
El último ataque de este tipo ocurrió el miércoles, cuando unos vándalos intentaron quemar una mezquita en el pueblo de Dir Istia en Cisjordania, aunque los lugareños pudieron evitar que las llamas penetraran más allá de la puerta. Aunque no se pudo identificar a los pirómanos, los grafittis en hebreo de las paredes de la mezquita, rezaban “sangre de venganza”. Las pintadas hacían referencia a la paliza que sufrieron dos colonos cuando se internaron en el pueblo cisjordano de Qusra, donde según varios habitantes, atacaron a un adolescente en la calle. Los lugareños les persiguieron y les propinaron golpes hasta que llegó el ejército israelí.
Frecuentes incidentes
Incidentes como los de Qusra y Dir Istia, son comunes en la zona y forman parte de una especie de toma y daca violento y destructivo que se ha convertido ya en algo consuetudinario en Cisjordania, aunque los palestinos se quejan de que el ejército tan sólo actúa cuando los atacados son los colonos y no a la inversa. En su origen, este tipo de ataques ocurrían cuando tan sólo cuando se evacuaban asentamientos, pero desde hace varios años se han incrementado y abarcan desde actos vandálicos hasta agresiones físicas a palestinos por múltiples razones, lo que a su vez aumenta la frustración y el ansia de venganza de la población local.
El gobierno israelí ha condenado la violencia por parte de los colonos, a la que muchos ministros ya califican como terrorismo, sin importar si quienes la llevan a cabo son israelíes judíos. A pesar de esta condena oficial, el gobierno de Benjamín Netanyahu continúa imparable la construcción de viviendas en asentamientos, con el anuncio este mes de que construirá más de 1400 casas nuevas en Cisjordania.
Abc |