
Los manifestantes exigieron al régimen de Tel Aviv para que les conceda el estatuto de refugiado y no enviarlos a "centros de detención abiertos".
El régimen de Israel "nos amenaza como si no fuéramos seres humanos. Vivimos aquí sin un estatus, sin derechos básicos, sin esperanza y sin la capacidad para proveer a nuestros hijos con honor", expresaron los organizadores de la protesta en un comunicado.
A principios de diciembre de 2013, los legisladores israelíes aprobaron cambios en la ley migratoria, entre ellos un permiso que autoriza, sin necesidad de juicio, encarcelar durante un año a inmigrantes africanos que entraron en los territorios ocupados después de junio de 2013, y por tiempo indefinido después de ser enjuiciados.
Esa nueva ley ha provocado numerosas manifestaciones y protestas de los emigrantes africanos, quienes demandan asimismo la liberación de sus compatriotas encarcelados por el régimen israelí.
Desde 2006 a 2012, unos 60.000 inmigrantes, la mayoría de Eritrea y Sudán, entraron en los territorios ocupados palestinos a través de la frontera con Egipto, y al igual que los palestinos viven bajo el rigor discriminatorio del régimen israelí.