Nadie protesta contra el muro de Turquía

Turquía ha empezado la construcción un muro de separación a lo largo de su frontera con Siria con el objetivo de bloquear el paso a las personas que huyen de las masacres que se perpetran entre correligionarios musulmanes. El muro de unos 4 metros de altura cubrirá una parte de los 900 kilómetros de frontera.
Turquía colabora con Al Qaeda y proporciona armas al bando islamista sunnita que combate al gobierno de la dictadura del alauita-chiíta Bashar al Assad, ésta última apoyada por los islamistas chiítas de la República Islámica de Irán. 
El islamista Premier turco, Recep Tayyip Erdogan, por un lado brinda armamento militar y armas químicas a un bando contendiente –el de los islamistas sunnitas con la colaboración de Al Qaeda- y por el otro levanta un muro para que no puedan huir las víctimas de la guerra, que él mismo alimenta.
Ni los medios de comunicación ni las organizaciones –pretendidamente- humanitarias han protestado ruidosamente contra la construcción del muro. Estas están afónicas y ciegas después de vociferar y bramar escandalosamente contra la valla de separación en Israel cuyo objetivo, bastante bien logrado, es el de frenar los atentados terroristas perpetrados por islamistas contra ciudadanos israelíes.