"Porque somos sepultados juntamente con él... a fin de que como Cristo resucitó de los muertos... así también nosotros andemos en vida nueva",
Romanos 6:4
Nadie experimenta una completa santificación sin pasar por un "funeral blanco", el entierro de la vieja vida. Si nunca se ha presentado este momento crucial de cambio por medio de la muerte, la santificación sólo será para nosotros un sueño esquivo. Debe haber un "funeral blanco", una muerte que tiene tan sólo una resurrección: resucitar a la vida de Jesucristo. Nada puede derrotar una vida así, pues está en unidad con Dios con el único propósito de ser su testigo.
¿En realidad ya te llegó tu hora? En tu mente llegaste muchas veces al final de tus días, pero ¿realmente lo has experimentado? No puedes morir o asistir a tu funeral con entusiasmo. La muerte significa que dejas de existir. Debes ponerte de acuerdo con Dios y dejar de ser la clase de cristiano intensamente contencioso que has sido. Nosotros evitamos el cementerio y rechazamos continuamente nuestra propia muerte. No es luchando que vamos a la muerte, sino rindiéndonos a ella, es decir, siendo bautizados en su muerte (Rom_6:3).
¿Ya tuviste tu funeral blanco o estás engañando con devoción a tu propia alma? ¿Existe un momento exacto en tu vida que ahora tienes presente como tu último día? ¿Hay un espacio en tu existencia que evoques humildad y una irresistible gratitud, de tal forma que puedas declarar sinceramente: "Sí, allí fue, en mi funeral blanco, donde me puse de acuerdo con Dios?"
"La voluntad de Dios es vuestra santificación..." 1Ts_4:3. Cuando comprendas verdaderamente que esta es la voluntad de Dios participarás del proceso de santificación de la forma más natural.
¿Estás dispuesto a experimentar ahora este "funeral blanco"? ¿Te pondrás de acuerdo con Él en que este es tu último día sobre la tierra? El momento del acuerdo depende de ti.