Nueve militares de la 25.ª brigada aerotransportada separada de las Fuerzas Armadas de Ucrania se han rendido al Ejército ruso en la dirección de Avdéyevka, en Donbass, informó el sábado el Ministerio de Defensa de Rusia.
Según el organismo, los combatientes se entregaron en grupo cerca del pueblo de Vodyanoye.
Los ucranianos capturados dijeron que sus comandantes nunca aparecieron en las posiciones de primera línea, y que las tareas se ordenan "a distancia" mediante comunicación por radio. "Nuestros superiores no se preocupan por nosotros, no quieren ir a las posiciones para evaluar la situación", lamentó uno de los soldados llamado Alexánder.
Según denunciaron, fueron utilizados como carne de cañón, sin tener en cuenta las colosales pérdidas. "Los comandantes nos arrojan a la muerte como material de desecho, mientras ellos están en algún lugar en otra parte", relató otro prisionero, Valeri.
Los nueve militares revelaron que hay una mala planificación de las batallas, escasa formación de los mandos, enormes pérdidas de hombres y equipos, así como pánico en las unidades. También señalaron la falta de formación militar profesional y la ausencia de refuerzos cuando eran necesarios.
Al mismo tiempo, destacaron la actitud digna de los soldados rusos hacia los prisioneros e instaron a sus compatriotas a deponer las armas y a no participar en los combates.
Kiev se enfrenta a la difícil tarea de reponer sus filas agotadas y mantener en el frente a las tropas que aún quedan allí. El presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, reveló el viernes que una unidad de las Fuerzas Armadas de su país abandonó voluntariamente su posición en el frente, lo que comprometió a un gran número de otros soldados.
Ante la escasez de hombres en la zona de batalla, las autoridades de Ucrania ahora están tratando de imponer nuevas reglas de movilización más estrictas.