El diario alemán 'Welt Am Sonntag' reveló el contenido del borrador de 17 páginas del acuerdo entre Ucrania y Rusia propuesto en las conversaciones de Estambul en 2022. En sus palabras, ambas partes estuvieron más cerca que nunca de concluir el tratado de paz, pero Kiev rechazó de plano varias de las exigencias de Moscú.
En particular, el Gobierno ucraniano consideró inaceptables los términos relativos al estatus de la lengua rusa y "al rechazo oficial del nazismo", indica el medio.
Del borrador, acordado durante las negociaciones en Turquía el 15 de abril de 2022, se desprende que Moscú y Kiev llegaron a un acuerdo sobre las condiciones básicas para poner fin al conflicto, pero quedaban algunas cuestiones sin resolver que debían discutir personalmente los presidentes ruso y ucraniano, Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, revela el texto obtenido por Welt. Pero esa cumbre nunca se celebró.
Se podrían haber salvado "innumerables vidas" si se hubiera cerrado este "ventajoso" acuerdo, señala el diario. Welt cita a un miembro del antiguo equipo negociador ucraniano que, en retrospectiva, describió este borrador como "el mejor pacto que podíamos haber alcanzado".
"Neutralidad permanente"
En primer lugar, de acuerdo con el artículo 1 del proyecto de tratado, Ucrania se comprometía a la "neutralidad permanente". Así, Kiev debía abandonar sus ambiciones de pertenecer a una alianza militar, incluida la OTAN. Los 13 subpuntos siguientes del primer artículo esbozan la amplia definición de neutralidad.
Ucrania se comprometía a no "recibir, producir o adquirir nunca armas nucleares", a no permitir la presencia de armas o tropas extranjeras en su suelo y a no proporcionar su infraestructura militar, incluidos aeropuertos y puertos marítimos, a ningún otro país. Además, de acuerdo con el borrador, Kiev renunció a realizar maniobras militares con participación extranjera y a participar en cualquier conflicto militar.
Sin embargo, según el artículo 3 del documento, no se obstaculizó explícitamente la adhesión de Kiev a la UE.
Garantías de seguridad
El artículo 5 del proyecto de tratado definió las amplias garantías de seguridad que los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU —EEUU, Reino Unido, Francia, China y Rusia— podían ofrecer a Ucrania. En caso de conflicto, los Estados garantes se comprometerían a apoyar la autodefensa de Kiev en un plazo máximo de tres días, tal y como consagra la Carta de la ONU. Esta ayuda podría adoptar la forma de una "acción conjunta" de todas las potencias garantes o de cada una de ellas.
Según el artículo 15, este tratado debía ser ratificado en cada Estado signatario para garantizar su validez jurídica. El texto señala que una de las dificultades al respecto era el requisito del consentimiento de todos los Estados garantes, lo que significó que Rusia podía recurrir al veto. Al mismo tiempo, varios países occidentales, entre ellos EEUU, Reino Unido y Francia, prometieron apoyo a Kiev, pero se negaron a garantizarlo.
En cuanto a las cuestiones territoriales, partes de las regiones de Donetsk y Lugansk permanecerían bajo control ruso, según el borrador del tratado citado por Welt, y las "garantías de seguridad" de Ucrania no se extenderían a Crimea ni al puerto de Sebastopol.
También quedó sin resolver el futuro tamaño de las FFAA ucranianas. Según el "Anexo 1", Moscú quería que Kiev redujera su Ejército a 85.000 personas, mientras que Ucrania insistía en mantener una fuerza de 250.000 efectivos. Hubo desacuerdos sobre la cantidad de equipo militar que debía permanecer en el arsenal de las tropas ucranianas.
La publicación señala que el artículo 18 estableció que las partes esperan que los mandatarios de ambos países firmen el acuerdo en abril de 2022.
Sin embargo, tras una cumbre "prometedora" en Estambul, Moscú presentó demandas posteriores, que Kiev no aceptó, subraya el medio. Las exigencias estaban "marcadas en cursiva en el documento", agrega el diario. Rusia exigió que el idioma ruso sea la segunda lengua oficial de Ucrania, que se levantaran las sanciones mutuas y se pusiera fin a las demandas en tribunales internacionales. Kiev también debía prohibir oficialmente "el fascismo, el nazismo y el nacionalismo agresivo", escribe el periódico.
En 2023, el alto legislador ucraniano y antiguo negociador jefe con Rusia David Arajamia subrayó en una entrevista con un canal de televisión ucraniano que el entonces primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, había convencido a Kiev en 2022 para que no negociara con Moscú y siguiera luchando.
"Cuando volvimos de Estambul, Boris Johnson vino a Kiev y dijo que no firmaríamos nada en absoluto con [los rusos]. Y [nos dijo]: 'simplemente sigamos luchando'", aclaró Arajamia. Destacó que Ucrania rechazó el acuerdo de alto al fuego porque contradecía la cláusula de la Constitución del país sobre las aspiraciones euroatlánticas de Kiev.
En febrero, el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró en una entrevista con el periodista estadounidense Tucker Carlson que las negociaciones con Ucrania en 2022 estaban casi finalizadas. Sin embargo, tras la retirada de las tropas rusas de Kiev, la parte ucraniana incumplió todos los acuerdos y Zelenski llegó a prohibir las negociaciones con Rusia mediante un decreto legislativo, agregó.
Putin ha subrayado en numerosas ocasiones que Moscú nunca ha rechazado las negociaciones, al tiempo que ha expresado su incertidumbre sobre si Occidente desea una resolución pacífica del conflicto ucraniano.
La última ronda de conversaciones entre Moscú y Kiev para lograr un acuerdo de fin de las hostilidades, tuvo lugar el 29 de marzo de 2022 en la ciudad turca de Estambul, y desde entonces los países no han vuelto a retomarlas.