Para desarrollar el proyecto, se firmaron contratos por 60 millones de dólares con Rocket Lab National Security y con True Anomaly, con la intención de generar "un escenario de respuesta a una amenaza realista en un dominio espacial en órbita", detalló un comunicado de SSC.
Como parte de la iniciativa, Rocket Lab construirá y lanzará su propia nave espacial usando el cohete Electron de la compañía. Por su parte, True Anomaly se encargará de fabricar vehículos espaciales y centros de mando y control para operaciones de encuentro y proximidad. La intención es tenerlos disponibles en el otoño boreal de 2025. Cuando la etapa de construcción esté finalizada, la misión iniciará varias fases que incluirán la activación, la alerta y el lanzamiento.
"Aprovechar las innovaciones de la industria para contrarrestar a China"
"La industria espacial comercial está avanzando a un ritmo sin precedentes que proporcionará a la USSF opciones adicionales para responder rápidamente a la agresión del adversario", destacó el teniente coronel MacKenzie Birchenough, líder de Safari Espacial, a la vez que aseguró que la misión "demostrará y probará capacidades para ser utilizadas en futuras operaciones" que servirán de "apoyo directo de las necesidades urgentes del Comando de Combate en órbita".
En tanto, el coronel Bryon McClain, oficial ejecutivo del programa de Conocimiento del Dominio Espacial y Poder de Combate del SSC, añadió: "Reconocemos la importante oportunidad de aprovechar las innovaciones de la industria espacial comercial para contrarrestar a China como la creciente amenaza de EE.UU.". Además, expresó que "Victus Haze demostrará, bajo condiciones operacionalmente realistas" su capacidad de "responder a comportamientos irresponsables en órbita".
Por último, el comunicado detalla que esta operación preparará a la USSF para proporcionar futuras fuerzas a los Comandos de Combate para operaciones rápidas en respuesta a la agresión del adversario en órbita.