La base de Estados Unidos en el campo petrolero Al-Omar, en Deir Ezzor, este de Siria, ha sido blanco de una lluvia de misiles en tres ataques durante el martes.
Activistas y medios de prensa informaron que tres vehículos aéreos no tripulados kamikazes impactaron el martes en el enclave militar establecido en el campo petrolífero de Al-Omar, el mayor del país árabe, ubicado en la provincia de Deir Ezzor, a unos 450 kilómetros al noreste de esta capital, Damasco.
Aseguraron que los sistemas antiaéreas estadounidenses en el referido enclave militar fracasaron en interceptar a los aviones.
“En menos de una hora, la base estadounidense fue atacada tres veces: primero se dispararon contra ella dos misiles y luego otros tres, las defensas antiaéreas estadounidenses no pudieron interceptarlos. Durante el tercer ataque, más de 10 misiles fueron disparados que cayeron en el territorio de la base, provocando un incendio”, precisó la agencia de noticias rusa Sputnik, citando una fuente local.
Las bases que ocupa Estados Unidos en diversas partes de Siria han sido objeto de ataques constantes; aunque de inmediato nadie asume la autoría, como en el caso de este martes, la Resistencia iraquí ha reivindicado muchas de estas operaciones, asegurando que sus acciones forman parte del enfoque de resistencia al ocupante y en respuesta al apoyo estadounidense al genocidio que comete Israel contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza.
La semana pasada, el Departamento de Defensa de Estados Unidos (el Pentágono) informó que tres de sus militares murieron y otros 143 resultaron heridos en los al menos 168 ataques contra las fuerzas de Estados Unidos y de la coalición que lidera en la región de Asia Occidental, la mayoría de los cuales han sucedido en Irak y Siria.
Washington mantiene unas 15 bases en territorio sirio sin el consentimiento del Gobierno de Damasco, ni la aprobación de las Naciones Unidas.
Siria denunció repetidamente esta presencia, la que calificó de ocupación, y aseguró que la actuación de los militares estadounidenses en el territorio nacional incentiva la actividad terrorista y apunta a desestabilizar al país y saquear sus riquezas.