"El Grupo A.P. Moller-Maersk continúa supervisando los acontecimientos en torno al mar Rojo/golfo de Adén y realizando cambios cuidadosamente considerados en los servicios para garantizar la seguridad de nuestros marineros, buques y carga de nuestros clientes", explicó la compañía en un aviso.
Últimamente los militantes hutíes, con base en Yemen, han atacado varios buques de carga en la parte sur del mar Rojo, entre ellos uno de Maersk el pasado sábado. Los ataques han perturbando el comercio mundial, lo que podría provocar un nuevo episodio de inflación global a medida que se disparan las tarifas del transporte marítimo.
El pasado 19 de diciembre, la Marina de EE.UU. puso en marcha la operación multinacional 'Guardián de la Prosperidad' con el objetivo de "garantizar la seguridad de la navegación comercial" en la región. No obstante, muchas navieras y propietarios de cargueros siguen desviando sus barcos por África.
Maersk, que la semana pasada había intentado brevemente reanudar los viajes por el mar Rojo tras una pausa, declaró el martes que sus portacontenedores volverían a evitar la ruta que da acceso al canal de Suez, un atajo entre Asia y Europa.