Piden investigar el uso de gases venenosos por parte del ejército israelí, tras la muerte de tres retenidos por inhalar este material tóxico en un túnel de Gaza.
El periódico israelí Haaretz informó el lunes que, el 14 de diciembre, el ejército de ocupación sacó los cuerpos de tres israelíes, dos soldados identificados como Ron Sherman (19 años) y Nik Beizer (19 años), y otro denominado Elia Toledano (28), de un túnel perteneciente a la Resistencia palestina en Yabalia, pero después de que sus familias recibieron los resultados del informe médico, “se enfrentaron a preguntas preocupantes que requerían clarificación y explicación para la opinión pública”.
El diario refirió que Maayan Sherman, la madre de Ron, en una nota difundida en la red social Facebook, acusó abiertamente al ejército israelí de “asesinar a su hijo con gas venenoso inyectado en el túnel”.
“Los hallazgos de la investigación: Ron fue asesinado. No por HAMAS, no por balas perdidas y no en un intercambio de disparos. Se trató de un asesinato deliberado. Bombardeo con gas venenoso… Ah, sí, y descubrieron que Ron también tenía varios dedos aplastados, aparentemente debido a sus intentos desesperados por escapar de la tumba envenenada (en referencia al túnel)”, se lee en la nota de la madre del difunto soldado israelí.
Tras la acusación, el ejército del régimen israelí declaró que en este momento no se puede determinar que la causa de la muerte de los tres retenidos fuese por la asfixia, envenenamiento o un ataque de Israel o del Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS).
Al respecto, Haaretz subrayó que la respuesta a la denuncia de Maayan Sherman intenta engañar a la opinión pública y crear dudas sobre la implicación del ejército en el asesinato de los tres prisioneros.
El diario llamó a una investigación exhaustiva del incidente, por un organismo externo, que reciba toda la información necesaria del ejército y otras dependencias israelíes y presente sus conclusiones al público
HAMAS, durante su operación Tormenta de Al-Aqsa, se llevó a Gaza a al menos 230 personas, según la prensa israelí, de las cuales unas 100 fueron liberadas en noviembre como parte de un acuerdo de alto el fuego que duró una semana, el cual implicó la liberación de un grupo de palestinos detenidos en prisiones israelíes durante décadas. De la cifra restante, se ha confirmado la muerte de varios debido a los bombardeos israelíes.