El Ejército ucraniano bombardea una reserva natural cerca de la península de Kinburn, al oeste de Jersón, con proyectiles cargados de fósforo blanco. A causa de esos bombardeos, arden miles de hectáreas de bosque, y los animales que habitan la reserva están al borde de la extinción.
"[Los ucranianos] usan los proyectiles con fósforo. En la península de Kinburn, con frecuencia queman los bosques para exponer nuestras posiciones y atacar con artillería. Lanzan fósforo y, cuando nos retiramos, la artillería empieza a bombardear", comentó un militar ruso.
De acuerdo con los soldados rusos, en el lugar donde había una reserva natural ahora "arde intensamente". Los combatientes dicen que antes se podía ver como por las mañanas llegaban caballos salvajes, eso "era un espectáculo muy agradable". Pero pronto, continúan, para estos animales "no habrá un lugar", ya que el Ejército de Ucrania ataca con los proyectiles incendiarios, con municiones de racimo, "con todo que tienen".
Kinburn es una reserva natural, una parte de ella pertenece a la región de Nikoláyev y la otra a la de Jersón. En el terreno de esa reserva hay unas 450 especies de plantas, algunas de las cuales están incluidas en el Libro Rojo. Cientos de especies de aves llegan cada año a invernar a las estepas y bosques de la península.