Antes de que se consumase la liberación de Israel, Dios tuvo que enviar diez calamidades nacionales para vencer el obstinado rechazo de Faraón. Inmediatamente antes de la última visitación, la muerte de los primogénitos, fue instituida la "Pascua" y celebrada por los Israelitas. Dios les instruyó a matar un cordero por cada casa, y a rociar la sangre sobre los postes de las puertas de sus casas. Por medio de esta señal el ángel de la muerte habría de reconocer los hogares de los Hebreos y habrían de ser "pasados por alto", cuando él viniera para destruir a los primogénitos de la tierra.
Ante la angustia de esta visitación del Dios de Israel, los Israelitas fueron rápidamente puestos en libertad. Dice en Éxodo 12:40 que su estadía en Egipto fue de cuatrocientos treinta anos, pero en Gálatas 3:17 se explica que la ley fue dada cuatro- cientos años después de Abraham.
En el tercer mes de su salida de Egipto, acamparon en el Sinaí, donde permanecieron un año. Siendo llamado por Dios a la cumbre del monte, Moisés recibió los Diez Mandamientos, y también las instrucciones para la construcción de un tabernáculo o tienda sagrada, que había de ser la morada de Dios en medio de ellos.
Durante su estadía en el Sinaí, Israel se organizó como nación, y después del censo del pueblo y la agrupación de las tribus, se movilizaron hacia la posesión de la Tierra Prometida. Al llegar a la frontera Moisés envió a doce hombres para investigar la tierra. Al regresar todos dijeron que era una buena tierra, pero diez declararon que no podría ser conquistada. El miedo inmediatamente destruyó la fe, y el pueblo rehusó entrar a su posesión prometida. Como castigo por su rebelde incredulidad fueron sentenciados a vagar en el desierto por cuarenta años, y todos los mayores de veinte años fueron condenados a morir antes de entrar a Canaán.
Al fin, después de treinta y ocho años, la nueva generación llegó a Cades, el escenario de la trágica incredulidad de sus padres. Aquí Moisés repitió la ley y repasó las condiciones que acompañaban las promesas y las bendiciones de su entrada en Canaán. Después de su mensaje de despedida, Dios llamó al fiel legislador a su hogar eterno, y manos invisibles le sepultaron en el monte desde donde él había visto la tierra prometida.
Después de la muerte de Moisés, el pueblo fue guiado hacia Canaán por su sucesor Josué. Después de la conquista final de la tierra, con la ayuda de Eleazar el Sumo Sacerdote, dividió el territorio entre las tribus que todavía habían de recibir su porción.
Mientras vivió Josué y los Ancianos, el pueblo sirvió al Señor, pero después de su muerte hubo un apartamiento gradual de la nación. Esta condición se resume en la frecuentemente citada frase: "Israel hizo lo malo en los ojos del Señor" y también "el Señor los entregó en las manos de sus opresores". En estos períodos críticos, Dios escogía algún hombre de las tribus, por quien él pudiera gobernar y ejecutar sus juicios. Estos oficiales eran llamados "los jueces" de Israel.
Después de varios centenares de años de apostasía, servidumbres y liberaciones, los Israelitas se cansaron del gobierno de los jueces y demandaron un rey. Después de ser amonestados de las consecuencias trágicas de cambiar el gobierno de una Teocracia a una Monarquía, Dios les concedió su petición. Saúl fue escogido como el primer rey de Israel.
Su carácter fue marcado por impulsividad y autovoluntad, y su muerte miserable fue una consecuencia espantosa de su vida. Reinó sobre Israel por cuarenta años. El período del reinado de David, sucesor de Saúl, fue sin duda, el más brillante de la historia de Israel, y David mismo uno de hombres grandes y buenos de los tiempos del Antiguo Testamento. Su reinado fue también de cuarenta años.
En magnificencia, riquezas y sabiduría, ninguno igualó a Salomón que sucedió a su padre David en el trono. El reinado de Salomón ha sido llamado "la edad dorada de Israel", en este período la nación alcanzó la cima de su gloria nacional. Su primera y mayor hazaña fue la edificación del Templo, que David su padre había diseñado, en Jerusalén. Durante los reinados de Saúl, David y Salomón, Israel fue un Reino Unido.
La quinta dispensación (ley) continúa hasta la Crucifixión de Cristo.
Nacimiento de Moisés.
Un varón de la familia de Leví fue y tomó por mujer a una hija de Leví, la que concibió, y dio a luz un hijo... Pero no pudiendo ocultarle más tiempo, tomó una arquilla de juncos... y lo puso en un carrizal a la orilla del río.
Y la hija de Faraón descendió a lavarse en el río... vio ella la arquilla... y envió una criada suya a que la tomase. Y cuando la abrió, vio al niño... Y teniendo compasión de él... lo prohijó, y le puso por nombre Moisés... En aquellos días sucedió que crecido ya Moisés, salió a sus hermanos... Ex. cap. 2.
El llamado de Moisés.
Y se le apareció el ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza... Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto... y he descendido para librarlos... y sacarlos de aquella tierra a una buena... que fluye leche y miel... te enviaré a Faraón, para que saques de Egipto a mi pueblo... el rey de Egipto no os dejará ir sino por mano fuerte. Pero yo extenderé mi mano, y heriré a Egipto con todas mis maravillas... y entonces os dejará ir. Ex. cap. 3.
Entra a la presencia de Faraón y dile: Jehová ha dicho así: Deja ir a mi pueblo... Y Faraón respondió: ... Yo no conozco a Jehová, ni tampoco dejaré ir a Israel.
Y Moisés... alzando la vara... y todas las aguas que había en el río se convirtieron en sangre... e hicieron venir ranas... el polvo de la tierra, el cual se volvió piojos... y vino toda clase de moscas... y murió todo el ganado de Egipto... sarpullido que produjo úlceras... Jehová hizo tronar y granizar... y subió la langosta... y hubo densas tinieblas... y éste no dejó ir a los hijos de Israel. Ex. caps. 7-10.
La Pascua y el Éxodo.
Habló Jehová a Moisés... yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito... Y la SANGRE os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros... Y aconteció que a la medianoche Jehová hirió a todo primogénito en la tierra de Egipto... E hizo (Faraón) llamar a Moisés... y les dijo: Salid de en medio de mi pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová. Ex. Cap. 12.
Y pasados los cuatrocientos treinta años, en el mismo día todas las huestes de Jehová salieron de la tierra de Egipto. Ex. 12:41.
La ley dada en el Sinaí.
En el mes tercero de la salida de los hijos de Israel de la tierra de Egipto... llegaron al desierto de Sinaí... y acampó allí Israel delante del monte... Ex. Cap. 19.
(Los Diez Mandamientos, Ex. Cap. 20.)
En Cades Barnea.
Y partieron los hijos de Israel del desierto de Sinaí... Y Jehová habló a Moisés, diciendo: Envía tú hombres que reconozcan la tierra de Canaán... y observad la tierra cómo es... Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra... Y se quejaron contra Moisés y contra Aarón... Y Jehová habló a Moisés y a Aarón, diciendo: ¿Hasta cuándo oiré esta depravada multitud que murmura contra mí...? Diles... En este desierto caerán vuestros cuerpos. Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años... Conforme al número de los días, de los cuarenta días en que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades cuarenta años, un año por cada día. Num. cap. 10-14.
La Muerte de Moisés.
Y murió allí Moisés siervo de Jehová, en la tierra de Moab... Y lo enterró (Jehová) en el valle... y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy. Deut. 34.
Conquista de Canaán.
Aconteció después de la muerte de Moisés... Jehová habló a Josué... diciendo: Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. Josué 1:1-2.
Tomó, pues, Josué toda la tierra... y la entregó Josué a los israelitas por herencia conforme a su distribución según sus tribus... Josué 11:23. Después de estas cosas murió Josué... siendo de ciento diez años. Josué 24:29
Los jueces de Israel.
Después los hijos de Israel hicieron lo malo ante los ojos de Jehová... Dejaron a Jehová el Dios de sus padres... y se fueron tras otros dioses... y se encendió contra Israel el furor de Jehová... y los vendió en manos de sus enemigos de alrededor... Y Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que les despojaban. Jueces.
Israel Pide Rey.
Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Ramá para ver a Samuel... constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las nacione... Y dijo Jehová a Samuel... no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos... Oye su voz, y pon rey sobre ellos. 1 Sam. 8.
Saúl es Elegido Rey.
Y luego que Samuel vio a Saúl, Jehová le dijo: He aquí este es el varón del cual te hablé; éste gobernará a mi pueblo. 1 Sam. 9.
Y fue todo el pueblo a Gilgal, e invistieron allí a Saúl por rey... 1 Sam. 11:15.
(Reinado de Saúl - 1 Sam. Cap. 9-31).
Los filisteos, pues, pelearon contra Israel... y arreció la batalla contra Saúl... Entonces tomó Saúl su propia espada y se echó sobre ella... Así murió Saúl. 1 Sam. 31.
David Sucesor de Saúl.
Era David de treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años. En Hebrón reinó sobre Judá siete años y seis meses, y en Jerusalén reinó treinta y tres años. 2 Sam. 5:1-5.
(Reinado de David - 2 Sam. 1 Cron.)
Y durmió David con sus padres, y fue sepultado en su ciudad. 1 Reyes 2:10.
Salomón Sucesor de David.
Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y su reino fue firme en gran manera... Así excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría. 1 Reyes cap. 2-11.
La dispensación de la ley.
Desde la división del reino hasta el cautiverio.
"Toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón."
Dotado con entendimiento y sabiduría y el favor de los hombres, Salomón como el ungido de Dios, tuvo una oportunidad gloriosa para dar testimonio de Jehová, el único Dios verdadero, a las delegaciones que venían continuamente de lejanas tierras para ver el esplendor de su reino, y para oír sus palabras de sabiduría.
Habiendo comenzado bien, la primera etapa de su reino se caracterizó por un espíritu de fervor y devoción.
Buscó la dirección y sabiduría divinas sobre todas las cosas, pero los últimos años de su reinado trajeron consigo la decadencia y la ruina y finalmente el rompimiento del reino. Siguiendo el ejemplo de los demás reyes orientales, impuso cargas pesadas al pueblo para sostener el esplendor de su corte y de su reino, viviendo en autoindulgencia total y aumentando continuamente el número de sus esposas, quienes por consiguiente "volvieron su corazón tras otros dioses". Su caída fue acelerada por la edificación de santuarios para los dioses de sus esposas extranjeras, debilitando así la adoración a Jehová e infundiendo la idolatría a través de su reino. Fue este clímax de la apostasía el que trajo el juicio sobre su casa. Dios denunció su conducta y declaró el rompimiento de su reino. Se desató una serie de revoluciones y finalmente Dios envió su profeta Ahías a Jeroboam, uno de los oficiales de Salomón, que "había levantado su mano contra el rey", y le reveló la intención de Dios de remover diez tribus de Salomón y de entregárselas a él. Después que el profeta había anunciado la intención de Dios, Salomón pensó en matar a Jeroboam, quien huyó a Egipto hasta la muerte del rey.
En la coronación de Roboam, hijo de Salomón, el pueblo, desanimado por las pesadas cargas impuestas sobre ellos por su padre, vinieron con una petición respetuosa, pidiendo que sus cargas fuesen disminuidas. El resultado fue un rechazo desafiante, con la amenaza de aumentar sus cargas, en vista de lo cual, el pueblo renunció su lealtad a Roboam, quien, temiendo por su vida, huyó de Jerusalén. La mente dominante e influyente en la rebelión fue Jeroboam, de la tribu de Efraín, quien por su energía de carácter consiguió por sí mismo la oferta unánime de mandar sobre el nuevo reino. Con la excepción de las tribus de Judá y Benjamín, y más tarde los Levitas, el pueblo se reunió bajo el estandarte de Jeroboam.
Cuando Roboam se dio cuenta de los alcances de la rebelión, reunió un ejército con la determinación de
recobrar el reino dividido, pero otro profeta fue enviado para restringirle. Así los dos reinos siguieron cursos separados. Los primeros sesenta años se caracterizaron por continuas guerras y por consiguiente ambos reinos, gradualmente debilitados por dentro y por fuera, terminaron por caer bajo conquista y cautiverio.
El Reino de Israel duró doscientos cincuenta años, cuando fue vencido por los Asirios. El sitio de la caída de Samaria, la capital, trajo consigo el fin del reino, y los cautivos fueron establecidos en distintas partes del vasto Imperio Asirio. La historia de Israel fue marcada por su idolatría total, el hecho de que ninguno de los diecinueve reyes de la nación fue hombre piadoso.
El Reino de Judá duró ciento treinta y cinco años después de la caída de Israel. Judá fue gobernado por
diecinueve reyes y una reina, todos descendientes del linaje de David. Su historia fue marcada por varios avivamientos y decadencias de la religión, que reflejaban la vida y el interés espiritual del rey que se sentaba en el trono. Muchos de los reyes de Judá fueron hombres piadosos, y aunque se alcanzaron algunas grandes reformas y avivamientos, la misma denuncia divina fue pronunciada, "Judá también hizo lo malo en los ojos del Señor".
El fin vino con la destrucción de Jerusalén por el Rey Nabucodonosor, y el cautiverio final de su rey y pueblo y su deportación a Babilonia. El Templo fue saqueado e incendiado hasta la tierra, junto con el palacio del Rey.
Los muros de la ciudad fueron demolidos, y el sufrimiento, la crueldad y la matanza del asediado pueblo, según los historiadores, fueron indescriptibles.
(la Quinta Dispensación continúa).
Decadencia del Reino de Salomón.
Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos... E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová... Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab... y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón... Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses. Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel... que le había mandado... romperé de ti el reino... Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo. Pero no romperé todo el reino, sino que daré una tribu a tu hijo, por amor a David mi siervo. 1 Reyes 11.
La Rebelión de jeroboam.
Jeroboam hijo de Nabat... alzó su mano contra el rey... Y este varón Jeroboam era valiente y esforzado; y viendo Salomón que era hombre activo, le encomendó todo el cargo de la casa de José. Aconteció, pues, en aquel tiempo... le encontró en el camino el profeta Ahías... la capa nueva que tenía sobre sí, la rompió en doce pedazos, y dijo a Jeroboam: Toma para ti los diez pedazos; porque así dijo Jehová Dios de Israel: He aquí que yo rompo el reino de la mano de Salomón, y a ti te daré diez tribus... Y a su hijo daré una tribu, para que mi siervo David tenga lámpara todos los días delante de mi en Jerusalén. Por esto Salomón procuró matar a Jeroboam, pero Jeroboam... huyó a Egipto... y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón... Y durmió Salomón con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de su padre David; y reinó en su lugar Roboam su hijo. 1 Reyes 11
La División del Reino.
Roboam fue a Siquem, porque todo Israel había venido a Siquem para hacerle rey. Vino, pues, Jeroboam, y toda la congregación de Israel, y hablaron a Roboam, diciendo: Tu padre agravó nuestro yugo, mas ahora disminuye tú algo de la dura servidumbre de tu padre ... y te serviremos ... y el rey respondió al pueblo duramente ... diciendo: Mi padre agravó vuestro yugo, pero yo añadiré a vuestro yugo; mi padre os castigó con azotes, mas yo os castigaré con escorpiones ... Así se apartó Israel de la casa de David... Y aconteció que oyendo todo Israel que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle... y le hicieron rey sobre todo Israel, sin quedar tribu alguna que siguiese la casa de David, sino solo la tribu de Judá... y la tribu de Benjamín. 1 Reyes 12.
La Apostasía de Jeroboam.
Entonces reedificó Jeroboam a Siquem... y habitó en ella... Y dijo Jeroboam en su corazón: ... si este pueblo subiere a ofrecer sacrificios en la casa de Jehová en Jerusalén; porque el corazón de este pueblo se volverá a su señor Roboam rey de Judá, y me matarán... hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto. 1 Reyes 12.
(Y Jeroboam apartó a Israel de en pos de Jehová, y les hizo cometer gran pecado. 2 Reyes 17:21.
Y él designó sus propios sacerdotes para los lugares altos, y para los demonios, y para los becerros que él había hecho. 2 Cron. 11:15.
El tiempo que reinó Jeroboam fue de veintidós años; y habiendo dormido con sus padres... (Para conocer la historia de los diecinueve reyes de Israel, lea 1 y 2 Reyes y 2 Cron.)
La Cautividad de Israel.
Y el rey de Asiría invadió todo el país, y sitió a Samaria, y estuvo sobre ella tres años... tomó Samaria, y llevó a Israel Cautivo a Asiría... Porque los hijos de Israel pecaron contra Jehová su Dios... y levantaron estatuas e imágenes de Asera en todo collado alto, y debajo de todo árbol frondoso, y quemaron allí incienso en todos los lugares altos, a la manera de las naciones... Jehová, por tanto... los quitó de delante de su rostro... e Israel fue llevado cautivo de su tierra a Asiria... 2 Reyes 17.
La Apostasía de Roboam.
Cuando Roboam había consolidado el reino, dejó la ley de Jehová, y todo Israel con él... E hizo lo malo
porque no dispuso su corazón para buscar a Jehová... Y durmió Roboam con sus padres, y fue sepultado en la ciudad de David. 2 Cron. 12.
(Para conocer la historia de los reyes de Judá, lea 1 y 2 Reyes, 2 Cron., Isa. y Jer.)
Y Judá hizo lo malo ante los ojos de Jehová... Porque ellos también se edificaron lugares altos, estatuas, e imágenes de Asera, en todo collado alto y debajo de todo árbol frondoso. 1 Reyes 14:22-24.
La Cautividad de Judá.
(La primera deportación a Babilonia).
De dieciocho años era Joaquín cuando comenzó a reinar... E hizo lo malo ante los ojos de Jehová... En aquel tiempo... vino también Nabucodonosor rey de Babilonia contra la ciudad, cuando sus siervos la tenían sitiada... Y sacó de allí todos los tesoros de la casa de Jehová... y a todos los príncipes... hasta diez mil cautivos. 2 Reyes 24.
Sitio de Jerusalén y Deportación Final.
Aconteció. . . que Nabucodonosor rey de Babilonia vino con todo su ejército contra Jerusalén... Y estuvo la ciudad sitiada hasta el año undécimo del rey Sedequías... no hubo pan para el pueblo de la tierra. Abierta ya una brecha en el muro de la ciudad, huyeron de noche todos los hombres de guerra... y el rey se fue por el camino del Arabá. Y el ejército de los Caldeos siguió al rey, y lo apresó en las llanuras de Jericó,... Degollaron a los hijos de Sedequías en presencia suya, y a Sedequías le sacaron los ojos, y atado con cadenas lo llevaron a Babilonia... Y quemó la casa de Jehová... y todas las casas de Jerusalén... derribó los muros... las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová... y el mar de bronce... llevaron todos los utensilios de bronce con que ministraban... Así fue llevado cautivo Judá de sobre su tierra. 2 Reyes 25.
La dispensación de la ley.
Desde la restauración hasta el fin del Antiguo Testamento
Durante el tiempo del cautiverio el gran Imperio Babilónico llegó a su fin, con la toma de Babilonia por Ciro, fundador del imperio Medo-Persa. Belsasar, el rey de Babilonia, fue muerto, y Darío de Media, con quien Ciro compartió el vasto imperio, tomó el trono. A la muerte de Darío, dos años más tarde, Ciro llegó a ser gobernador de Babilonia. Sin duda Daniel, quien había alcanzado gran favor con los reyes babilónicos, mostró al nuevo gobernador la mención que de él aparecía en las profecías de Isaías, como el instrumento de Dios para la liberación de su pueblo. Grandemente impresionado, Ciro emitió un decreto permitiendo a los judíos regresar a Jerusalén para reedificar su santuario nacional. Aunque la mayoría del pueblo prefirió quedarse, el cautiverio había terminado. En la conquista de Israel (las diez tribus) la mayor parte de la gente no fue deportada, sino establecida en distintas partes del Imperio Asirio, entre el cual se mezcló el reino cautivo. Sin duda, algunos de estos exilados regresaron a Palestina durante la restauración.)
El regreso de los judíos de Babilonia se realizó en tres expediciones separadas. La primera compañía regresó bajo Zorobabel, un príncipe de Judá y consistió de menos de cincuenta mil. Lo primero que hizo el remanente que regresó, fue reparar el Altar, y restaurar una adoración regularizada. En el segundo año se puso el fundamento del Templo. La "gente de la tierra", los Samaritanos, al negársele el tomar parte en la obra, estorbó y se opuso al esfuerzo y finalmente obtuvo una orden del Rey Artajerjes para la cesación de la obra. Al fin, después de un intervalo de dieciséis años, Hageo y Zacarías, los profetas, animaron a la gente para resumir la obra, y el Templo fue concluido y dedicado con gran gozo.
La segunda expedición fue dirigida por Esdras, el escriba, unos setenta y ocho años después del regreso de Zorobabel. Con un celo por restablecer firmemente la ley de Moisés, y la vida religiosa del pueblo, Esdras obtuvo permiso del rey, para regresar a Jerusalén con una pequeña pero ferviente compañía de peregrinos. Al llegar encontró una total inmoralidad, prácticas religiosas erróneas y abusos por todas partes. Tres meses de apelar arduamente a la conciencia del pueblo, trajeron como resultado una gran reforma. Otra obra valiosa que se atribuye a Esdras, fue la de compilar y arreglar el canon del Antiguo Testamento.
El tercer dirigente fue Nehemías, un judío de la cautividad, que alcanzó un lugar de alto favor en la corte de los Reyes de Persia. Una pequeña compañía de los primeros peregrinos hizo el largo viaje de regreso a Persia, con el fin de suplicar la ayuda de Nehemías. Le contaron de la desolación de la ciudad, y de los muros destruidos, que eran una afrenta al pueblo. El corazón de Nehemías fue tocado, y obtuvo permiso del Rey para ir a Jerusalén en su ayuda. Al llegar examinó secretamente las ruinas y aunando sus fuerzas reedificó los muros en cincuenta y dos días, confrontando la más dura oposición. Nehemías hizo una segunda visita a Jerusalén, y como resultado de su labor fiel y fructífera, quedó establecida una próspera ciudad dentro de muros, y un pueblo avivado y animado en el servicio y en la adoración a Dios.
Los profetas de la restauración fueron Hageo, Zacarías y Malaquías. Hageo nació en Babilonia y acompañó al remanente que regresó bajo Zorobabel. Zacarías también parece haber sido uno de los peregrinos que regresaron con Zorobabel. Colaboró con Hageo, exhortando, profetizando y animando al pueblo en su obra de restauración. Malaquías estaba relacionado con las obras de Esdras y Nehemías. Posiblemente vivió cerca de cien años después de Hageo y Zacarías. Fue el último de los profetas del Antiguo Testamento.
Los cuatro siglos entre el Antiguo y Nuevo Testamento, o desde Nehemías hasta el nacimiento de Cristo, constituyeron un período importante en la historia de la Palestina. Al terminar el Antiguo Testamento los Persas eran sus amos nominales, y al dar comienzo el Nuevo Testamento, los Romanos habían llegado a ser los que gobernaban el mundo conocido en ese entonces.
(La Quinta Dispensación continúa).
El Decreto de Ciro.
En el primer año de Ciro rey de Persia... despertó Jehová el espíritu de Ciro... el cual hizo pregonar... por todo su reinado: Jehová el Dios de los cielos me ha dado todos los reinos de la tierra, y me ha mandado que le edifique casa en Jerusalén... Quien haya entre vosotros de su pueblo, sea Dios con él, y suba a Jerusalén que está en Judá, y edifique la casa a Jehová Dios de Israel (él es el Dios), la cual está en Jerusalén.
Y el rey Ciro sacó los utensilios de la casa de Jehová, que Nabucodonosor había sacado de Jerusalén... Todos los utensilios de oro y de plata eran cinco mil cuatrocientos. Esdras 1.
El Regreso del Remanente.
Estos son los hijos de la provincia que subieron del cautiverio... los cuales vinieron con Zorobabel... Toda la congregación, unida como un solo hombre, era de cuarenta y dos mil trescientos sesenta... Esdras 2.
Restauración del Templo.
Y colocaron el altar sobre su base, y ofrecieron sobre él holocaustos a Jehová... Y cuando los albañiles del templo de Jehová echaban los cimientos, pusieron a los sacerdotes vestidos de sus ropas y con trompetas, y a los levitas hijos de Asaf con címbalos... Y cantaban, alabando y dando y gracias a Jehová... Esdras 3.
Los Adversarios estorban la obra.
Pero el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá, y lo atemorizó para que edificara... todo el tiempo de Ciro rey de Persia y hasta el reinado de Darío... Rehum canciller y Simsai secretario escribieron una carta contra Jerusalén al rey Artajerjes... El rey envió esta respuesta... Entonces, cuando la copia de la carta del rey Artajerjes fue leída... fueron apresuradamente a Jerusalén a los judíos, y les hicieron cesar con poder y violencia. Entonces cesó la obra de la casa de Dios. Esdras 4.
El Profeta Hageo.
En el segundo año del rey Darío... vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo a Zorobabel... ¿Es para vosotros tiempo, para vosotros, de habitar en vuestras casas artesonadas, y esta casa está desierta?... Subid al monte y traed madera, y reedificad la casa... y seré glorificado, ha dicho Jehová... Y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel... y de todo el resto del pueblo; y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová... Hageo 1.
El Profeta Zacarías.
Esta es la palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos... las manos de Zorobabel echarán el cimiento de esta casa, y sus manos la acabarán... Así dice Jehová: Yo he restaurado a Sion, y moraré en medio de Jerusalén... Y sucederá que como fuisteis maldición entre las naciones, oh casa de Judá y casa de Israel, así os salvaré y seréis bendición... Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a buscar a Jehová de los ejércitos en Jerusalén... En aquellos días acontecerá que diez hombres de las naciones de toda lengua tomarán del manto a un judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios está con vosotros.
Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno... He aquí el día de Jehová viene... Porque yo reuniré a todas las naciones para combatir contra Jerusalén . . . Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla... Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos... Y Jehová será Rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y uno su nombre. ... En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD A JEHOVA. Zac. 8 al 14.
La Construcción Resumida.
Entonces se levantaron Zorobabel... y comenzaron a reedificar la casa
Expedición de Esdras.
Pasadas estas cosas... Este Esdras subió de Babilonia. Era Escriba diligente... Y con él subieron... algunos de los hijos de Israel, y de los sacerdotes, levitas, cantores (como seis mil)... Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel... Esdras 7.
Nehemías Regresa a Jerusalén.
Palabras de Nehemías... Aconteció . . . estando yo en Susa... que vino Hanani, uno de mis hermanos... y les pregunté por los judíos que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad... están en mal y afrenta, y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego... Nehemías 1.
Restauración de los Muros.
Llegué, pues, a Jerusalén... y observé los muros... les dije, pues: venid, y edifiquemos el muro de Jerusalén, y no estemos más en oprobio... Y dijeron: levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para bien. Fue terminado, pues, el muro, en cincuenta y dos días... Nehemías 1-6.
El Profeta Malaquías.
(Fin del Antiguo Testamento.)
Profecía de la palabra de Jehová contra Israel, por medio de Malaquías... He aquí, yo envío mi mensajero, el cual preparará el camino delante de mí; y vendrá súbitamente a su Templo el Señor a quien vosotros buscáis... ¿Y quién podrá soportar el tiempo de su venida? ¿O quién podrá estar en pie cuando él se manifieste? Porque él es como fuego purificador, y como jabón de lavadores.
Porque he aquí, viene el día, ardiente como un horno... y todos los que hacen maldad serán estopa... Mas a vosotros los que teméis mí nombre, nacerá el sol de justicia, y en sus alas traerá salvación.
He aquí, yo os envío el profeta Elías, antes que venga el día de Jehová, grande y terrible. Él hará volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, no sea que yo venga y hiera la tierra con maldición. Malaquías.
La dispensación de la ley.
Desde el comienzo del nuevo testamento hasta la crucifixión.
En las primeras páginas del Nuevo Testamento Dios había anunciado a una joven judía, llamada María, que ella daría a luz un hijo en su virginidad, cumpliéndose así la profecía de Isaías, "una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel", (que significa "Dios con nosotros").
En el reinado de Cesar Augusto fue emitido un decreto obligando a la gente a censarse en su ciudad natal para la tributación. Este decreto trajo a José y María su prometida, a Belén, la ciudad de sus padres. Fue aquí donde nació Jesús, y fue puesto en un pesebre, porque se nos dice que "no había lugar en el mesón".
Se ha escrito muy poco acerca de los primeros treinta años de la vida de Jesús, hasta cerca de la edad de treinta años, cuando se presentó a Juan para ser bautizado. Juan había declarado la venida de uno cuya correa de su calzado no era digno de desatar. Los cielos abiertos, la manifestación del Espíritu y la voz de Dios el Padre, no dejaron ninguna duda en la mente de Juan de que éste era el Mesías, que él había nacido para proclamar, como el "Cordero de Dios que quita el pecado del mundo". Poco después de su bautismo, siendo lleno del Espíritu Santo,
Jesús fue tentado por el Diablo, quien trató en vano de apartarle de la senda de consagración a la voluntad de Su Padre.
El principio del ministerio de Cristo, después de Su regreso de la tentación, fue determinado por la realización del primer milagro, al cambiar el agua en vino en Caná. Esta demostración de Su deidad fue seguida por la sanidad de los enfermos, el llamamiento de sus discípulos, la enseñanza a las multitudes, sus parábolas y discursos, su demostración de poder sobre la naturaleza, los demonios y la muerte. El Hijo del Hombre, debía ahora culminar la obra encomendada por el Padre. Como humano, había demostrado ser un ejemplo sin mancha. Había reflejado la imagen del Dios invisible, y cumplido las profecías acerca del ministerio del "Siervo de Jehová". Le faltaba ahora arreglar la cuestión del pecado, conquistar la muerte, y así completar la obra de la redención.
La noche antes de su sacrificio supremo, fue traicionado y "entregado en manos de pecadores", mientras sus amedrentados discípulos huyeron. El Sanedrín, con los sacerdotes principales y los escribas le encontraron culpable de una ofensa capital, pero no teniendo poder para imponer sentencia de muerte, le llevaron a Pilato, el Procurador Romano. Descubriendo que Jesús era Galileo, Pilato le envió a Hedores, quien después de interrogarlo, le envió al evasivo Pilato. Después de ser desafiado por la multitud amenazante acerca de su lealtad al Cesar, Pilato no tuvo más ánimo para resistir, y después de ordenar que Jesús fuese azotado, le entregó para ser crucificado. Así la profecía "como Moisés levantó la serpiente... así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado", se cumplió. Si se hubiera empleado el método judío de apedreamiento, estas profecías no pudieran haber tenido su cumplimiento. Después de seis horas de humillación e intenso sufrimiento, el "Príncipe de Vida" clamó en voz alta y triunfante "Consumado es", y entregó Su espíritu.
Habiendo "gustado la muerte por todos los hombres", al tercer día Dios envió a un ángel para que quitara la piedra del sepulcro donde Jesús había sido puesto, mostrando la Tumba Vacía, mientras el Cristo resucitado se revelaba a María Magdalena y a los desanimados discípulos. Durante los cuarenta días entre Su Resurrección y Su Ascensión, nuestro Señor instruyó a Sus discípulos en lo concerniente al Reino, y les dio la gran comisión de ir y enseñar a todas las naciones. Cuando ya estaba listo para partir, les guió hasta el Monte de los Olivos, y después de darles la promesa de poder para testificar después que el Espíritu Santo viniera sobre ellos, ascendió al cielo y una nube le ocultó de sus ojos.
La Dispensación de la Ley terminó con el juicio del pecado en la cruz del Calvario.
El Nacimiento de Jesús.
El nacimiento de Jesucristo fue así: Estando desposada María su madre con José... un ángel del Señor le
apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.
Aconteció en aquellos días, que se promulgó un edicto de parte de Augusto Cesar, que todo el mundo fuese empadronado... Y José subió de Galilea... a Belén... para ser empadronado con María su mujer... Y aconteció que estando ellos allí... dio a luz a su hijo primogénito, y lo envolvió en pañales, y lo acostó en un pesebre, porque no había lugar para ellos en el mesón. Mat. 1 y Luc. 2.
El Bautismo de Jesús.
Y Jesús, después que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí que los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Mat. 3:13-17.
Ministerio Terrenal de Cristo.
Vino a Nazaret... y en el día de reposo entró en la sinagoga, conforme a su costumbre, y se levantó a leer. Y se le dio el libro del profeta Isaías; y habiendo abierto el libro, halló el lugar donde estaba escrito: El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro... se sentó... Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Luc. 4:16-21.
Y recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, y predicando el evangelio del reino... y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormentos, los endemoniados, lunáticos y paralíticos; y los sanó. Para que se cumpliese lo dicho por el profeta Isaías, cuando dijo: El mismo tomó nuestras enfermedades, y llevó nuestras dolencias. Mat. 4-8.
Cristo se Ofrece Públicamente como Rey. La Entrada Triunfal.
Cuando se acercaron a Jerusalén, Jesús envió dos discípulos, diciéndoles: Id a la aldea... hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatada y traédmelos... Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el profeta que dijo:... He aquí tu rey viene a ti, manso, y sentado sobre una asna... y los discípulos fueron... y trajeron el asna... y él se sentó encima. Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino... diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! Mateo 21:1-11.
Traición y Arresto.
Entonces los principales sacerdotes, los escribas, y los ancianos del pueblo se reunieron en el patio del sumo sacerdote... y tuvieron consejo para prender con engaño a Jesús, y matarle. Entonces uno de los doce, que se llamaba judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me queréis dar, y yo os lo entregaré? Y ellos le asignaron treinta piezas de plata...
Mientras todavía hablaba, vino judas, uno de los doce, y con él mucha gente con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes... y le prendieron. Mateo 26.
Venida la mañana, todos los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo entraron en consejo contra Jesús, para entregarle a muerte. Y le llevaron atado, y le entregaron a Poncio Pilato, el gobernador. Mateo 27:1-2.
Entonces Pilato les dijo:... habiéndole interrogado yo delante de vosotros, no he hallado en este hombre delito
alguno de aquellos de que le acusáis... le soltaré, pues, después de castigarle... Más ellos instaban a grandes voces, pidiendo que fuese crucificado. Y las voces de ellos y de los principales sacerdotes prevalecieron. Lucas 23
La Crucifixión.
Entonces los soldados del gobernador... le llevaron para crucificarle... Y cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que significa: lugar de la Calavera, le dieron a beber vinagre mezclado con hiel... Cuando le hubieron crucificado... Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo:... Dios mío, Dio mío, ¿Porqué me has desamparado?... habiendo otra vez clamado a gran voz, entregó el espíritu. Mateo 27.
Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, llamado José... Este fue a Pilato y pidió el cuerpo de Jesús... Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo... y se fue. Mateo 27:57-60.
La Resurrección.
Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María... Y hubo un gran terremoto; porque un ángel del Señor, descendiendo del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago... Y de miedo de él los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Mas el ángel, respondiendo, dijo a las mujeres: No temáis vosotros; porque yo se que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado. Mateo 28.
La Ascensión.
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre ...
recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos ... hasta lo último de la tierra. Y habiendo dicho estas cosas, viéndolo ellos, fue alzado, y le recibió una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con sus ojos puestos en el cielo, entre tanto que él se iba, he aquí se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis vista ir al cielos Hechos1:1-11.