Tal como indican numerosos informes de los medios desde que el Movimiento de Resistencia Islámica de Palestina (HAMAS) lanzó la operación ‘Tormenta de Al-Aqsa’ el 7 de octubre, las fuerzas del régimen israelí han estado promulgando ferozmente el “protocolo Aníbal”, una orden secreta que data de 1986, matando en masa a todos los que fueron retenidos.
Según los medios, muchos de los 1400 israelíes muertos durante la operación de los combatientes palestinos fueron asesinados por el propio ejército israelí.
Esto ha provocado un elevado número de víctimas israelíes, que asciende a 1200, como muestran cifras oficiales.
Desarrollada en 1986, tras la captura de dos fuerzas israelíes por el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), la directiva aconseja a los militares israelíes disparar contra sus camaradas, tomados cautivos, alegando que un soldado muerto es mejor que un rehén vivo.
En un informe, una testigo israelí dijo que durante la operación militar especial de HAMAS, las fuerzas israelíes rodearon una casa con miembros del grupo palestino, así como retenidos israelíes y luego abrieron fuego con ráfagas de tanque, eliminándolos a todos.
“Pensé: ‘¿Por qué están disparando contra la casa con un tanque?’ Pregunté a la gente que estaba conmigo: ‘¿Por qué disparan?’ Me dijeron: ‘Están disparando para demoler los muros para ayudar a limpiar la casa (de HAMAS)’”, afirmó Yasmin Porat a los medios locales.
Porat añadió que “después de que dos tanques dispararan, casi todos murieron”. Sin embargo, el ejército israelí informó falsamente que habían sido asesinados por combatientes de HAMAS.
Otros reportes de los medios hebreos señalaron que las fuerzas israelíes atacaron tanto a combatientes palestinos como a civiles en un festival de música cerca de la Franja de Gaza, todo lo cual apunta al hecho de que las fuerzas israelíes promulgaron el protocolo Aníbal, matando a su propia gente.
En una entrevista con el diario israelí Haaretz, el teniente coronel Nof Erez también llamó la atención sobre la posibilidad de que las fuerzas israelíes que respondieron a la operación de HAMAS pudieran haber implementado la directiva.
Según el informe, las fuerzas israelíes “tuvieron dificultades para identificar a los milicianos de HAMAS” y que los pilotos “emplearon artillería” que alcanzó a los israelíes participantes en el festival.