Desde mediados de septiembre se han avivado las tensiones entre Venezuela y Guyana por la disputa que ambos mantienen por el Esequibo. Sin embargo, en esta oportunidad ha sido el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, el que se ha incluido en la controversia, lo que de forma inédita ha sido rechazado por el Gobierno venezolano y un sector de la oposición.
Durante una sesión extraordinaria del Consejo Permanente del mecanismo regional, Almagro aseveró que la "única vía para resolver pacíficamente la disputa fronteriza entre Guyana y Venezuela es a través de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya".
Aunque Caracas ha expresado en varias oportunidades que ese órgano internacional no posee la jurisdicción para intervenir en este caso, en abril de este año la Corte admitió la demanda interpuesta unilateralmente por Guyana en 2018, lo que significa que ambos irán a juicio.
Ya el pasado martes, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, recordó que en 1966, en el contexto de la firma del Acuerdo de Ginebra, las partes discutieron sobre la posibilidad de acudir a esa instancia para la resolución de la controversia "y no hubo acuerdo".
Guyana defiende la validez del Laudo Arbitral de 1899 y llevó el caso a cortes internacionales, tras descubrirse importantes reservas de hidrocarburos en la zona disputada, hoy cedidas parcialmente en explotación a trasnacionales petrolíferas con el apoyo de países como EE.UU., Reino Unido y Canadá.
Por su parte, Caracas apunta al cumplimiento del Acuerdo de Ginebra, suscrito por las partes en 1966, donde se establece que el diferendo debe resolverse por medios pacíficos, negociados y mutuamente satisfactorios para los dos.
En su intervención, el secretario general de la OEA –que desde ese organismo impulsó una política de aislamiento del Gobierno de Nicolás Maduro, a través de la imposición de sanciones y el desconocimiento de la legitimidad de sus instituciones– expresó que Venezuela "debe comprometerse" con una "solución pacífica" a la disputa y "frenar las acciones intimidatorias".
Almagro desestimó que Georgetown hubiera acudido ante la CIJ en respuesta a los intereses de compañías extranjeras. "Eso se sabe que no es cierto", dijo, y agregó: "Ya mucho antes Guyana tenía muy claro que ese era su territorio y que de ahí dependía su identidad territorial".
El diplomático uruguayo también manifestó su preocupación por el "lenguaje usado en el referéndum" sobre las acciones que debería tomar el Estado para defender la soberanía del Esequibo, que se realizará el venidero 3 de diciembre.
Además, dijo que Caracas debía actuar con "madurez" y "evitar un lenguaje lesivo", a la espera la sentencia del órgano internacional.
Tras conocerse lo expresado por Almagro, las reacciones de rechazo tanto del Ejecutivo venezolano como del jefe de la delegación de la oposición en el diálogo con el Gobierno, Gerardo Blyde, coparon las redes sociales y medios de comunicación.
El presidente venezolano escribió en la plataforma X que el secretario general de la OEA servía "a los viles intereses de las transnacionales" y ratificó que "los asuntos propios del país" los decidirán los venezolanos en el referéndum consultivo.
En un contacto telefónico, el mandatario le envió un mensaje al político uruguayo: "La Guayana Esequiba es Venezuela, Luis Almagro. Así tú y tus amigotes de la ultraderecha de acá en Venezuela estén a sueldo de la ExxonMobil".
La vicepresidenta venezolana también expresó su opinión en las redes y llamó "funesto" a Almagro, a quien considera bajo "subordinación rastrera infinita" de EE.UU.
"Tenemos sobradas razones históricas, jurídicas y políticas para defender nuestros derechos legítimos sobre el Esequibo", escribió.
En un video, Rodríguez recordó que el "legado" del secretario del bloque regional fue haber causado el retiro de Venezuela de ese organismo, al que llamó "ministerio de las colonias que está solo al servicio del mandato de Washington".
"Estamos denunciando que él [Almagro] se convierte en cómplice de Guyana en la violación al Derecho Internacional y el Acuerdo de Ginebra", manifestó.
Por su parte, el titular de Defensa, Vladimir Padrino, tildó de "sicario" y de "enemigo declarado de Venezuela" a Almagro, al que señala de seguir "el guion del Comando Sur de los EE.UU.".
Para ratificar la posición venezolana, la Cancillería también emitió un comunicado donde se afirma que las "expresiones" del diplomático uruguayo "se corresponden con una línea vergonzosa de provocación que intenta desestabilizar la región".
"El odio de Almagro a Venezuela le hace nuevamente colocarse al margen de la legalidad internacional", dice el texto.
En esta oportunidad, y en la misma línea del Ejecutivo, el político opositor Gerardo Blyde también expresó a través de las plataforma sociales su visión sobre lo expresado por el secretario de la OEA.
El jefe de la delegación opositora le pidió a Almagro que fuera "al menos imparcial" y afirmó que el Esequibo era un asunto de Estado que involucra a todos los venezolanos, "más allá de quién ejerza el poder".