El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, instó este sábado a Israel a compensar los daños que está causando en la Franja de Gaza en medio de la actual escalada del conflicto contra el grupo palestino Hamás, recoge el canal local TRT Haber.
En su intervención en la Cumbre conjunta de la Organización de Cooperación Islámica (OCI) y de la Liga Árabe, celebrada en Riad, la capital saudita, el mandatario señaló que el país hebreo "no indemniza a los pueblos que masacró, ocupó, quemó, destruyó y persiguió", acusándolo de comportarse como un "niño mimado de Occidente".
Ante la ausencia de compensaciones, Erdogan propuso crear un fondo de apoyo para la reconstrucción del enclave en el seno de la OCI. "Como mundo islámico no podemos dejar a nuestros hermanos y hermanas palestinos sin dueño y desamparados", aseveró.
Asimismo, reclamó que se investigue si Israel posee armas nucleares, cuya existencia —dijo— "admiten los ministros" del país hebreo. Si se confirma su existencia, "deben ser revisadas", indicó, ya que dicho arsenal tendría "el potencial de amenazar no solo la supervivencia de nuestra región, sino también la de toda la humanidad".
Paralelamente, Erdogan hizo un llamamiento al Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas y la Corte Penal Internacional (CPI) para que investigue "los crímenes de guerra y contra la humanidad" cometidos por Israel contra el pueblo palestino y "tome medidas necesarias contra los responsables".
"Nos enfrentamos a una barbarie sin precedentes en la historia, en la que se bombardean hospitales, lugares de culto, escuelas, campos de refugiados, ambulancias y se masacra a los civiles que emigran a las llamadas zonas seguras", denunció, al tiempo que reprochó a Occidente el hecho de que "guarde silencio" ante esas atrocidades.
"Es vergonzoso que los países occidentales, que hablan de derechos humanos y libertades, guarden silencio ante las continuas masacres en Palestina", insistió el presidente turco, recalcando la importancia de convertir la actual crisis "en un medio para una solución permanente de la cuestión palestina", que pasa por el establecimiento de "un Estado palestino soberano y geográficamente integrado con Jerusalén Este como capital dentro de las fronteras de 1967".