Indi Gregory, la bebé británica de 8 meses que padece una extraña enfermedad mitocondrial, ha sido desconectada del soporte vital que la mantiene con vida y trasladada a un hospicio este sábado, por disposición de la Justicia del Reino Unido pese a la oposición de sus padres, informan medios italianos.
La decisión de los médicos del centro médico Queen's Mary en la ciudad de Nottingham, Inglaterra, fue tomada después de que los jueces denegaran el traslado de la niña a Italia, aun cuando recibió la ciudadanía italiana y el hospital pediátrico Bambino Gesù en Roma aseguró que estaba dispuesto a recibir a Indi para ofrecerle tratamiento.
Según los magistrados, trasladar a la niña, incluso a su casa, no era lo más conveniente y por ello ha sido reubicada en el hospicio, donde pasará sus últimas horas o días con vida, mientras se le desprende lentamente del soporte vital y se le reduce el oxígeno hasta su eventual muerte.
Dean Gregory, padre de Indi, señaló que se encuentra "devastado y enojado porque el Reino Unido ha condenado a muerte a una niña viva en lugar de aceptar la oferta de Italia de tratarla sin costo alguno para el Gobierno británico". Gregory espera que su "pequeña guerrera" sobreviva hasta el lunes.
El portavoz del movimiento Pro Vida y Familia de Italia, Jacopo Coghe, calificó la decisión de la parte británica como "una derrota para la humanidad, la medicina, la ciencia y para la civilización occidental". "Una niña hoy morirá por asfixia, no por culpa de su enfermedad sino porque un juez impidió a sus padres ayudarla a respirar", añadió.
Por su parte, el papa Francisco ha mostrado su apoyo a la familia de la bebé y se ha unido en oración por Indi. "El sumo pontífice también dirige todos sus pensamientos a todos los niños que en estas mismas horas en todo el mundo viven en el dolor o corren peligro debido a la enfermedad y la guerra", aseguró el director de la sala de prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.