El llamado ‘evangelio de la prosperidad’ crece en las iglesias protestantes en Estados Unidos, según una publicación de Lifeway Research. Hasta el 52% de los asistentes a estas comunidades encuestados por esta entidad, dicen que en sus congregaciones se les enseña que si dan más dinero, Dios les bendecirá con recompensas.
Según la misma encuesta, en 2017 eran el 38% de los entrevistados quienes afirmaban esto mismo. De hecho, también se registra un aumento considerable entre quienes aseguran que “para recibir bendiciones materiales de Dios” es necesario hacer primero algo por Él, pasando de un 26% en 2017 a un 45% en 2022.
“En los últimos cinco años, muchos más feligreses reflejan las enseñanzas del evangelio de la prosperidad, incluida la creencia herética de que las bendiciones materiales se ganan de parte de Dios”, señala el director ejecutivo de Lifeway Research, Scott McConnell. “Es posible que los golpes financieros que la gente ha recibido por la inflación y la pandemia hayan desencadenado sentimientos de culpa por no servir más a Dios. Pero las Escrituras no enseñan ese tipo de conexión directa”, remarca.
Los datos publicado por Lifeway Research muestran que, en realidad, se trata de un problema que tiene que ver con la visión general de muchos de los asistentes a iglesias protestantes en Estados Unidos. Según la publicación, hasta el 76% de los encuestados creen que Dios quiere “prosperarles a nivel financiero”. En 2017 eran el 69% quienes pensaban de este modo.
Esta idea, matizan, está especialmente arraigada entre los jóvenes menos educados de entre 18 y 34 años, con un 81% que piensa así, y los adultos de entre 35 y 49 años, con hasta un 85% afirmando lo mismo.
Al mismo tiempo, la problemática parece más extendida a nivel denominacional entre los metodistas (93%) y también en el movimiento restauracionista (88%). Entre los evangélicos, hasta el 80% considera la prosperidad financiera como un deseo de Dios respecto al individuo. Sin embargo, los asistentes de iglesias afroamericanas son los que más (71%) dicen recibir la enseñanza de que cuanto más dinero den, más les recompensará Dios.
“Perseguir la santidad nunca fue diseñado por Dios como un plan de riquezas financieras”, dice McConnell. “El tamaño de las finanzas de uno no es la medida del servicio de nadie a Dios ni de su relación con Él”, añade. Aunque reconoce que “esta investigación no descarta la posibilidad de que las enseñanzas bíblicas hayan sido poco escuchadas por más adultos jóvenes”, también lamenta lo que considera “una falta de enseñanza bíblica clara sobre la razón de la generosidad”.
“Las Escrituras enseñan que Dios da buenos regalos a quienes Él elige”, añade McConnell. “Aunque Romanos 11:35-36 pregunta que ‘quién le dio a Dios primero para que le fuese recompensado’, [en Estados Unidos] un gran número de adultos jóvenes que asisten regularmente a la iglesia siguen creyendo que sus buenas acciones pueden inclinar los dones de Dios en su dirección”, lamenta McConnell.