El ataque ucraniano registrado la noche del jueves contra la central nuclear de Kursk, en Rusia, representa un acto de terrorismo nuclear que no pudo haberse realizado sin el permiso de los patrocinadores occidentales del régimen de Kiev, declaró este sábado la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
En un comunicado publicado por la Cancillería, la vocera precisó que el ataque fue realizado con tres vehículos aéreos no tripulados, uno de los cuales, "dotado de explosivos, impactó en un depósito de residuos radioactivos, dañando sus paredes".