En la línea A del Metro, usuarios afirmaron haber visto chinches. Si bien la dependencia negó contar con registros de la plaga, fumigó todos los vagones y trenes de dicha sección. Posteriormente, el problema se trasladó a la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde los estudiantes exigieron que se tomen cartas en el asunto. Por el momento, algunas clases presenciales fueron suspendidas mientras se realizan revisiones y se aplican protocolos sanitarios.
Esta situación ha llevado a los capitalinos a mantenerse en un constante estado de alerta ante nuevos hallazgos de insectos y a extremar precauciones. Al respecto, el médico Baruch Díaz, responsable de la Clínica del Viajero de la UNAM, afirma que la presencia de chinches está más ligada a los lugares donde duermen las personas porque se alimentan de sangre humana. "Los lugares tanto con buena higiene como con mala higiene son susceptibles ambos de ser infestados por chinches. Realmente no está ligada la higiene a la presencia de chinches", asevera.
Hay quienes ya se refieren a este problema como un asunto de magnitudes epidémicas, aunque la Secretaría de Salud de la Ciudad de México descartó este miércoles la "alerta sanitaria", señalando que no se han presentado solicitudes de atención médica por mordeduras de este insecto en los centros de salud."No representan un problema de Salud Pública", indicó.
"No se ha demostrado que los chinches transmitan enfermedades a los humanos ni de tipo bacterianas ni virales ni parasitarias", explica Díaz. Entretanto, la Agencia de Protección Sanitaria recomienda mantener la higiene en los hogares, utilizar cubierta protectora en colchones y bases de camas, cambiar las sábanas cada semana y evitar el uso de muebles tapizados encontrados en la calle.
¿Problema sanitario mundial o secuela de temporada? Mientras esta sigue siendo una interrogante con diversas hipótesis, los chinches se propagan en diferentes ambientes o, tal vez, hayan estado presentes desde hace tiempo sin ser percibidos.
