Kiev podría verse obligada a aceptar un acuerdo de paz

En medio de la fallida contraofensiva ucraniana, Kiev afronta plazos cada vez más cortos para tener éxito en el frente, lo cual genera incertidumbre entre sus aliados occidentales. Por ello, en la prensa estadounidense es frecuente hallar opiniones sobre la posibilidad de que Ucrania deba firmar un acuerdo de paz que respete las condiciones rusas.
El investigador del Eurasia Center del Atlantic Council, Mark Temnycky, admite que en Estados Unidos y Europa existe una impaciencia real por ver avances en la estrategia militar ucraniana, la cual, según el Gobierno ruso, ha sido nulificada en el campo de batalla.
Y es que mientras algunos líderes occidentales presionan para que la contraofensiva obtenga logros palpables, algunos prefieren que ya se inicien las negociaciones para un acuerdo de paz y, de ese modo, terminar el conflicto que comenzó en febrero de 2022. Moscú, por su parte, critica que Occidente impulse conversaciones que solo benefician a sus propios intereses y a los de Kiev.
"Si el apoyo a Ucrania disminuye en 2024, Rusia podría forzar un acuerdo de paz con Ucrania. La comunidad internacional podría presionar a los ucranianos para que negociaran y firmaran un acuerdo favorable a Rusia", escribe Mark Temnycky en un artículo de opinión para The Hill.
Los reportes sobre la posibilidad de que Washington deje de autorizar más ayuda financiera y militar para Kiev han aumentado en las últimas semanas. En días anteriores, un alto cargo del Pentágono, que pidió el anonimato, declaró a la prensa que el Departamento de Defensa de Estados Unidos había agotado casi todos los fondos disponibles para la ayuda de defensa a Ucrania.
El 1 de octubre, la Cámara de Representantes del país norteamericano aprobó un proyecto de ley para prorrogar por 45 días la financiación gubernamental, un paquete que no prevé ayuda a Ucrania. Además, en estos momentos la Cámara baja enfrenta una crisis de mando tras la histórica destitución del republicano Kevin McCarthy, quien fue acusado por el ala dura trumpista de su propio partido de haber colaborado con el presidente Joe Biden y, de ese modo, traicionar los ideales del Partido Republicano.
Según Temnycky, si se llegara a concretar un acuerdo de paz que beneficie a Rusia, ese hecho demostraría que "la comunidad internacional habría fracasado a la hora de ayudar a Ucrania", dejando en vilo miles de millones de dólares en respaldo humanitario, financiero y militar.
Al igual que en las altas esferas de Kiev y Washington, el especialista reconoce que "la contraofensiva [ucraniana] en el sur y el este ha sido mucho más lenta", ya que "las fuerzas rusas han fortificado sus posiciones en estas regiones, donde los soldados ucranianos informan de la existencia de profundas trincheras y otras barreras que se extienden a lo largo de kilómetros".
El 3 de octubre, el vocero del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, aseguró que es importante que la ayuda militar a Kiev desde Estados Unidos siga fluyendo porque a las tropas ucranianas solo le quedan entre seis y ocho semanas de buen clima para que su contraofensiva prospere. "El tiempo no es nuestro amigo", advirtió.
El 12 de septiembre pasado, el presidente ruso, Vladímir Putin, durante la sesión plenaria del VIII Foro Económico Oriental, informó que la contraofensiva ucraniana no logró sus objetivos y solo consiguieron aumentar las pérdidas que ya ascienden a 71.500 efectivos ucranianos.
En sus palabras, un total de 543 tanques y 18.000 vehículos blindados de distintas clases de las Fuerzas Armadas de Ucrania fueron destruidos durante la operación militar especial rusa.