Erdogan propone ser mediador

El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha instado este lunes a Hamás e Israel a respetar "la moral de la guerra" ante los intensos bombardeos hebreos en la Franja de Gaza y el asesinato de centenares de civiles israelíes a manos de los combatientes del movimiento islamista.
"La guerra también tiene sus propios modales y moral. Las partes están obligadas a respetarlas. Como siempre hemos afirmado, una paz justa no tiene perdedores. La destrucción de Gaza mediante ataques aéreos y terrestres, el bombardeo de mezquitas, la muerte de niños, mujeres, ancianos y civiles son inaceptables", afirmó el mandatario, citado por el canal TRT Haber.
En este contexto, pidió a Israel cesar sus bombardeos contra los territorios palestinos, al tiempo que llamó a los palestinos a "poner fin a su acoso contra los asentamientos civiles en Israel". Asimismo, enfatizó que su Gobierno está preparando el material para brindar apoyo humanitario a la población de Gaza, mientras participa en "intensos" contactos diplomáticos para alcanzar la paz.
Erdogan dijo que Ankara puede desempeñar el papel de intermediario, incluido el posible canje de prisioneros, si las partes beligerantes lo solicitan. "Siempre hemos dicho que no estamos dispuestos a dejar que sangre un solo inocente, ni en Israel ni en los territorios palestinos", expresó. 
Paralelamente, sostuvo que la nueva espiral del conflicto palestino-israelí se debe "en gran medida" al incumplimiento de promesas a la población de Franja de Gaza y Cisjordania por parte de la comunidad internacional. En este sentido, también afirmó que el conflicto no se resolverá a menos que se cree "un Estado de Palestina independiente y soberano con integridad geográfica dentro de las fronteras de 1967, con Jerusalén como su capital", remarcó.
Las Brigadas al Qassam, el ala militar de Hamás, declararon el 7 de octubre el inicio de una operación contra Israel denominada 'Inundación de Al Aqsa', infiltrándose en el territorio israelí por tierra, mar y aire, y lanzando miles de cohetes contra las comunidades hebreas, con varias ciudades fronterizas en el sur del país convirtiéndose en escenario de enfrentamientos armados.
Un día después, la Oficina del primer ministro israelí aprobó el estado de guerra por primera vez desde 1973 y anunció el inicio de "operaciones militares importantes". Netanyahu prometió utilizar "todo el poder" de las las Fuerzas de Defensa de Israel para destruir las capacidades de Hamás y convertir Gaza en "una ciudad en ruinas".
El número de víctimas mortales de lado y lado ya se suman por centenares, mientras que la cifra de heridos sería de miles.