EEUU jamás ha estado interesado en una solución definitiva para el Oriente Medio

Ninguna administración estadounidense ha estado nunca interesada en una estabilización definitiva en el Oriente Medio, ya que una región inestable le genera influencia y dinero a Washington, afirmó el vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev.
"Ninguna administración estadounidense ha estado jamás interesada en una solución definitiva para el Oriente Medio y en la implementación de la resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas del 29 de noviembre de 1947 sobre la división de la Palestina histórica en los Estados árabe y judío", escribió Medvédev en su artículo para el periódico ruso Izvestia.
Agregó que, "en primer lugar, una región inestable, explosiva y repleta de diversas armas resultó ser muy útil para Estados Unidos", dado que la inestabilidad controlada "trae influencia y mucho dinero".
Según el funcionario ruso, actualmente Washington sigue el camino habitual de fuerza en el Oriente Medio en vez de intentar suavizar, de algún modo, la gravedad del conflicto palestino-israelí.
"A Rusia le gustaría reanudar negociaciones sobre una solución en Oriente Medio (...). Sin embargo, nuestro proyecto de resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que pedía un alto el fuego y el inicio de negociaciones entre los bandos del conflicto fracasó gracias a nuestros oponentes, encabezados por Estados Unidos. Por eso, estamos preparados para cualquier desarrollo de los acontecimientos", afirmó.
Medvédev también destacó que los líderes europeos, bajo la influencia de Estados Unidos, hacen caso omiso a los hechos obvios y buscan una "huella rusa" en el agravamiento del conflicto palestino-israelí.
El pasado 7 de octubre, el movimiento islamista palestino Hamás lanzó miles de misiles desde la Franja de Gaza, en un ataque sin precedentes, y realizó una incursión armada en las zonas fronterizas del sur de Israel, por lo que el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu declaró que el país "está en guerra".
En respuesta al ataque sorpresa de Hamás, el Ejército israelí movilizó a 300.000 reservistas, lanzó varias oleadas de ataques aéreos sobre Gaza y está preparando una ofensiva terrestre.
Desde el 9 de octubre Israel mantiene el enclave palestino sin suministros vitales, si bien reinició el suministro de agua para el sur de Gaza, adonde se desplazan estos días los civiles ante una inminente operación terrestre que, según la ONU, afectará a más de un millón de personas y ese traslado podría acarrear consecuencias humanitarias devastadoras.
Las hostilidades causaron hasta la fecha más de 1.400 muertos y unos 4.470 heridos en Israel, y más de 3.400 muertos y unos 12.060 heridos en la Franja de Gaza, según las autoridades médicas palestinas e israelíes. Se suman a estas víctimas al menos 199 rehenes que Hamás ha capturado en Israel, según el Ejército israelí.