"En cuanto a los intentos de ucranizar todo y a todos que llevan adelante nuestros colegas occidentales, cada vez cansan más a los países que quieren hacer cosas específicas en lugar de apoyar la propaganda a favor del régimen de Kiev, que es utilizada por Occidente para librar la guerra contra Rusia", indicó.
De acuerdo con el canciller, los países occidentales con ayuda de algunos socios asiáticos, también probaron socavar "el trabajo constructivo" de la Cumbre de Asia Oriental para imponer el asunto ucraniano bajo "diversos pretextos". Sin embargo, no lograron sus objetivos y se confirmó que la cumbre se centrará en su agenda previamente acordada, que "no incluye cuestiones de proporciones geopolíticas [...] ni se dedica a la resolución de situaciones de crisis o conflicto", explicó.
"Al final, prevaleció el espíritu de la ASEAN [Asociación de Naciones del Sudeste Asiático], que se mantuvo fiel a sus principios de buscar el equilibrio de intereses y el consenso", agregó el ministro ruso durante la rueda de prensa. En sus declaraciones, Lavrov hizo hincapié en que uno de los principales objetivos de EE.UU. consiste en separar a Rusia y China de sus socios regionales.
"Creo que si analizamos todo lo que los estadounidenses y sus aliados están haciendo para promover sus intereses bajo los lemas de las llamadas estrategias del Indo-Pacífico, entenderemos que, por supuesto, una de las principales tareas es contener a China y aislar a Rusia en esta región, pero esto es parte de un proceso absolutamente global de expansión de la OTAN liderado por Washington", afirmó.
"Todo esto tiene como objetivo socavar la arquitectura de seguridad que se ha construido durante décadas en el marco de los formatos iniciados por la ASEAN. Estos formatos incluían en igualdad de condiciones a EE.UU., otros países occidentales, China, la Federación Rusa y la India. Las decisiones se tomaban por consenso y esto es, precisamente, lo que no les gusta a Washington y sus satélites", concluyó el ministro ruso.
