Terapia hepática con un hígado bioartificial basado en células madre

Autoridades chinas aprobaron el inicio de los ensayos clínicos de un hígado bioartificial externo, con base en células madre, para ayudar a los pacientes con insuficiencia hepática a detoxificar la sangre, informó South China Morning Post este lunes.
Investigadores chinos desarrollaron un dispositivo que desde fuera del cuerpo es capaz de realizar las principales funciones hepáticas. Este biorreactor puede desintoxicar y también sintetizar nutrientes necesarios para una adecuada digestión y el crecimiento, tal y como lo hace este importante órgano humano. El dispositivo tiene la particularidad de ser el primero en utilizar membranas de fibra hueca para cultivar células madre.
Dentro del sistema biorreactor se establece un flujo de sangre que se carga con los nutrientes y las células madre sintetizadas en las membranas, y se introducen en el torrente sanguíneo del paciente. El objetivo es ayudar al hígado enfermo hasta que se regenere el tejido dañado o hasta que esté disponible un órgano para el trasplante.
"En modelos animales con cerdos y monos, observamos que nuestro método aumentó la tasa de supervivencia del 17 %, como se observa con los tratamientos convencionales, al 87,5 %", señaló Gao Yi, director ejecutivo del Centro de Medicina Traslacional del Hospital Zhujiang. "Su eficacia parece muy buena, observada tanto en modelos celulares como en modelos animales, tales como ratones, cerdos y monos. Además, nuestro control de calidad en la producción es estable", aseveró Gao.
Un trasplante de hígado es el único tratamiento eficaz para la insuficiencia hepática, que constituye un importante problema de salud en China. La escasez de donantes de este órgano es uno de los principales obstáculos para su tratamiento, junto con la necesidad de realizar cirugías complejas y de altos costos y la obligatoriedad del empleo de inmunosupresores de por vida.
Los sistemas tradicionales de hígado artificial ayudan al órgano enfermo a eliminar las toxinas de la sangre mediante métodos físicos y químicos de filtración o adsorción, pero son incapaces de revertir el daño hepático y requieren enormes cantidades de plasma. Entretanto, los hígados bioartificiales no dependen del plasma extrínseco ni de proteínas sanguíneas y realizan funciones complejas similares a un hígado real.
"La terapia de hígado artificial basada en células madre, propuesta por el Dr. Gao, es una estrategia simple y eficiente", refirió Jiao Xingyuan, especialista en trasplantes de hígado de la Universidad Sun Yat-sen, que no participó en la investigación. Jiao calificó la terapia como un enfoque "revolucionario". "Esperamos con interés la aplicación generalizada de este método de tratamiento en la práctica clínica", agregó.
Aunque la tecnología de los hígados bioartificiales aún se encuentra en fase de investigación y desarrollo y no está todavía en el mercado, luce cercano el logro de un gran avance en su uso comercial. El equipo de Gao está trabajando además en la instrumentación de otro ensayo clínico para un dispositivo hepático bioartificial combinado. "Si los ensayos de los dos productos progresan bien, puede generarse una terapia revolucionaria para el tratamiento de la insuficiencia hepática en el futuro", afirmó Gao.