Impacto devastador por reducción de la ayuda exterior de Reino Unido

La reducción de la ayuda exterior decretada por el primer ministro de Reino Unido, Rishi Sunak, durante su etapa como canciller de Hacienda tiene un "impacto devastador" en la población pobre y vulnerable de todo el mundo, afirmó a The Guardian el ex 'premier' británico Tony Blair.
Hace dos años, durante su etapa como titular de Hacienda, Sunak recortó el gasto en ayuda al desarrollo al 0,5 % del PIB, mientras el país británico enfrentaba a un enorme golpe en sus finanzas públicas debido a la pandemia de coronavirus. No obstante, se esperaba que esta partida volviera a su nivel habitual de 0,7 % en 2024-25.
Sin embargo, desde que se convirtió en primer ministro el mes pasado, el Gobierno ha continuado redirigiendo el dinero de la ayuda exterior a programas dentro de Reino Unido.
"El gran problema de nuestro presupuesto de ayuda al desarrollo ahora es, en primer lugar, que lo hemos recortado. Ese recorte está teniendo un impacto devastador en los programas, por ejemplo, en África", lamentó Blair.
"Pero, en segundo lugar, del dinero que tenemos, una gran parte se ha desviado para los refugiados ucranianos y otros. Por lo tanto, la cantidad real de dinero que nos queda para el desarrollo puro en lugares como África ahora es muy pequeña", explicó. En su opinión, que Londres retroceda de su listón del 0,7 % del PIB "tiene un gran impacto en la reputación de Reino Unido".
Además, el exmandatario advirtió en contra un retroceso en los compromisos climáticos y contra la concesión de licencias para nuevos campos de petróleo y gas en el mar del Norte en medio del fuerte aumento en los precios de energía en el país, ya que Reino Unido "se considera un líder climático" y "es importante que así sea". "Es una reputación que solo hemos logrado gracias a la aplicación de políticas fuertes y tenemos que mantenerla", defendió.
Al mismo tiempo, Tony Blair destacó que existe una "obligación moral" en el mundo desarrollado, que ha creado el problema del cambio climático, para ayudar a los países en desarrollo a financiar tanto la energía limpia como su adaptación a los impactos del calentamiento global.