Alemania se niega a enviar sistemas antiaéreos Patriot a Ucrania

Alemania declaró este jueves que los sistemas de defensa aérea Patriot que ofreció a Polonia solo pueden ser utilizados en territorio de los Estados miembros de la OTAN, rechazando, de esta manera, las demandas de Varsovia para que las unidades sean enviadas a Ucrania.
"Estos Patriots forman parte de la defensa aérea integrada de la OTAN, lo que significa que están destinados a ser desplegados en territorio de la OTAN", afirmó la ministra de Defensa alemana, Christine Lambrecht, citada por Reuters. "Cualquier uso fuera del territorio de la OTAN requeriría discusiones previas con la OTAN y los aliados", explicó.
Berlín se comprometió a apoyar a Varsovia para garantizar la seguridad de su espacio aéreo con la ayuda de cazas Eurofighter y sistemas Patriot, diseñados para interceptar misiles entrantes, después de que el pasado martes un misil perdido cayó en la localidad polaca de Przewodow, fronteriza con Ucrania, dejando dos víctimas mortales.
"Tras nuevos ataques con misiles de Rusia, he pedido a Alemania que las baterías Patriot ofrecidas a Polonia se trasladen a Ucrania y se desplieguen en la frontera occidental", escribió este miércoles el ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, en Twitter. "Esto ahorrará Ucrania más víctimas y apagones y aumentará la seguridad en nuestra frontera oriental", añadió.
A pesar de las declaraciones del funcionario, por el momento las autoridades polacas "no tienen pruebas de que fuera un misil disparado por la parte rusa", reconoció el presidente de Polonia, Andrzej Duda, agregando que existe una alta probabilidad de que se trate de un misil proveniente de la defensa antiaérea ucraniana. Por su parte, Rusia negó haber atacado objetivos cerca de la frontera ucraniano-polaca.
Actualmente, la Alianza Atlántica no dispone de una cantidad suficiente de sistemas Patriots, ya que, tras la Guerra Fría, muchos aliados de la OTAN redujeron el número de unidades estimando que en el futuro solo tendrían que hacer frente a una limitada amenaza de misiles procedentes de países como Irán.
Esta percepción cambió drásticamente con el conflicto de Ucrania, que hizo que los aliados de la OTAN se apresuraran a aumentar sus reservas de municiones y a solventar las carencias de sus sistemas antimisiles.
Durante la Guerra Fría, Alemania contaba con 36 sistemas Patriot, e incluso entonces dependía del apoyo de los demás miembros de la alianza. En la actualidad, las fuerzas alemanas se reducen a 12 unidades, dos de las cuales están desplegadas en Eslovaquia.