El Reino Unido se prepara para una serie de protestas programadas para este fin de semana por el empeoramiento de los estándares de vida y los altos precios de la energía.
Decenas de manifestaciones están previstas a lo largo del país, incluidas las ciudades de Londres, Plymouth, Aberdeen, Birmingham, Brighton y Bradford, acompañadas de huelgas de empleados de correos y de ferrocarriles.
Coordinadas por numerosas organizaciones sociales y sindicatos, las movilizaciones coinciden con el aumento de la factura media anual de energía para los hogares, de 1.971 libras hasta 2.500 libras (2.790 dólares), a partir de este mes, en medio de la llegada de la época de frío.
Se espera los británicos quemen sus facturas de energía durante las protestas. Además, unos 200.000 hogares han prometido dejar de pagar la cuenta hasta que el Gobierno haga más para proteger a las familias más vulnerables, informa The Guardian citando al movimiento Don't Pay UK.
Con la llegada de la temporada invernal, la subida de las tarifas plantea la pregunta de si calentar los hogares sigue siendo asequible para algunas familias.
"La clase trabajadora se ve cada vez más presionada. Es como los días de [Charles] Dickens para algunos", comentó Paul Bentick, un carpintero de 65 años que participará en una protesta en Liverpool.
Dont't Pay está organizando manifestaciones en 18 ciudades, mientras que el movimiento Enough is Enough, apoyado por el sindicato de trabajadores postales CWU, ha preparado 28 movilizaciones. También están participando grupos como Insulate Britain, Just Stop Oil y Extinction Rebellion.
Mientras tanto, algunas páginas en redes sociales que apoyan las manifestaciones comparten métodos para no pagar las facturas sin consecuencias en su historial crediticio.
Franklin Dawson, de 29 años, quien es estudiante de posgrado y participa en el grupo Don't Pay, afirmó que "la gente está completamente indignada" por lo graves que serán los efectos en el nivel de vida, que calificó de "claramente injustos".
Entre tanto, el Banco de Inglaterra no descarta que el Reino Unido ya esté en recesión, que se define como el descenso económico durante dos trimestres consecutivos. La entidad estima que la economía británica disminuyó entre julio y septiembre, después de la caída que ya sufrió el país entre abril y junio.
Semanas atrás, se dio a conocer que la Policía británica se estaba preparando para un aumento de la criminalidad y posibles "disturbios sociales" ante el elevado costo de vida.