Estados Unidos ya no es el líder internacional en la industria civil de energía nuclear, ya que ha perdido su primacía ante Rusia y China, valoró el viernes pasado el director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Rafael Grossi.
En respuesta a una pregunta de Mariano-Florentino Cuellar, presidente de la ONG Carnegie Endowment for International Peace, sobre la capacidad de Washington de "recuperar protagonismo" en este campo, Grossi dijo que sería "un desafío".
"Tradicionalmente ha sido el líder, [pero] perdió este liderazgo", afirmó, y recordó que escuchó a la secretaria de Energía de EE.UU., Jennifer Granholm, "decir que quieren recuperar este liderazgo". "Por supuesto, hay que recorrer ese camino", sugirió.
En su opinión, los modelos comerciales más "flexibles" de Rusia y China les permite a ambas naciones exportar tecnología nuclear. Sin embargo, confía en la "capacidad tecnológica" de Washington para fortalecer su industria nuclear nacional y expandirse a mercados exteriores.
"Veo que se están tomando decisiones interesantes para impulsar la industria nuclear nacional", algo que, enfatizó, "es indispensable internamente, por la situación energética aquí [en EE.UU.], pero también a nivel internacional".
El Gobierno estadounidense está "dedicado a restablecer" su liderazgo en el campo de la energía nuclear "a medida que enfrentamos una crisis climática", declaró Granholm, citando al presidente Joe Biden, durante la 66.ª conferencia general del OIEA el pasado 26 de septiembre en Viena.
S&P Global Commodity Insights pronosticó en un informe en julio pasado que el papel de la energía nuclear en la generación eléctrica total del país norteamericano y Europa disminuirá para el año 2035, del 20 % actual al 15 %.